Tras revelar, que tras el enfrentamiento con marinos, aún permanecía con vida y recibió los primeros auxilios, Monte Alejandro Rubido García titular de la Comisión Nacional de Seguridad del Gobierno Federal, confirmó que la persona abatida la noche del pasado lunes, en el poblado de Colón del estado de Querétaro, se trata efectivamente de Enrique “Kike” Plancarte Solís, principal líder y operador financiero del grupo criminal de “Los Caballeros Templarios”.
En ese sentido, Rubido García, explicó que el operativo conjunto para dar con la captura de Plancarte, inició al mediodía del domingo y concluyó con resultados exitosos que permitieron, dijo, neutralizar al objetivo.
Lo anterior, refirió, fue producto de las acciones coordinadas entre la Secretaría de Marina, Ejército Mexicano y Procuraduría General de la República, por lo que se logró ubicar el 30 de marzo a Enrique Plancarte Solís en Colón, Querétaro.
Señaló, que desde ese día, la Armada de México, en coordinación el Ejército Mexicano, establecieron diferentes perímetros de seguridad en la zona, hasta que alrededor de las 19 horas, las fuerzas armadas identificaron a una persona con las características de Enrique Plancarte.
“Al notar la presencia de las fuerzas federales, Plancarte intentó ocultarse y cuando le indicaron hacer alto, respondió con disparos de arma de fuego. El personal naval, al repeler la agresión lo neutralizó. Se le proporcionaron primeros auxilios pero falleció cuando iba a ser trasladado”, detalló Rubido García.
Ante esta circunstancia, -detalló el comisionado nacional- el cuerpo fue transportado vía aérea a las instalaciones de la 17 Zona Militar ubicada en la ciudad de Querétaro, por lo que personal de la Procuraduría General de la República (PGR), procedió a realizar las pruebas periciales, para confirmar la identidad de esa persona.
En ese sentido, Alejandro Rubido, confirmó, que efectivamente, la persona abatida se trataba de Enrique Plancarte Solís, de 43 años de edad, identificado como uno de los principales líderes y operadores financieros del grupo criminal con raíces en Michoacán, quién tenía en su contra al menos 30 averiguaciones previas y, por quien se ofrecía una recompensa de 10 millones de pesos, abundó.