Este pasado domingo se ha dado un paso más en la ruta del debilitamiento del PRD. Se ha impuesto de forma burda y arbitraria a dirigentes que no surgen de un procedimiento legal ni democrático. Se negaron a instalar el Consejo Estatal del partido para proceder a un debate indispensable respecto de la situación del estado y del país. Asimismo dispusieron que no podría votarse nada de nada, que no fuera el acuerdo que algunos dirigentes ya tenían “amarrado”. Ni debate ni votación libre. Y ello para nosotros es inaceptable.
La forma impuesta al partido se asemeja más a la de un sindicato oficial que al partido que surgió con un afán democratizador en 1989. Las prácticas que tantos daños han causado al partido a nivel nacional han alcanzado a Michoacán. Afirmamos que los acuerdos cupulares, en espacios cerrados y a media luz, entre un puñado de dirigentes que se consideran “dueños” de la voluntad de miles de militantes en toda la entidad, sólo consolidan una forma corporativa y ajena a prácticas de un partido realmente democrático y de izquierda. La propuesta de cumplir con el estatuto para la instalación del Consejo Estatal fue rechazada por dichos dirigentes.
Instalar la Asamblea y mediante el voto libre, directo y secreto, establecer la correlación de cada expresión representada en el Consejo y con base a ello construir una propuesta amplia, legal e incluyente fue siempre fue nuestra propuesta. Actuamos congruentemente con nuestra posición política desde nuestro surgimiento como expresión política para el rescate del PRD. No cejaremos en ello por más que intenten limitar o negar nuestros derechos algunos de los dirigentes multimencionados. Se ha privilegiado el interés personal y de grupo, por encima de los del estado y de partido. Nosotros podríamos estar o no en los órganos del partido, ello depende del apoyo de militantes y dirigentes, pero no de un puñado de pretendidos notables. Eso no la aceptamos.