M. Sánchez Vargas. Haya sido como haya sido, o esté siendo como es la lealtad a sus principios, el ingeniero Silvano Aureoles Conejo está en lo correcto, pero queda el compromiso que su presencia es esencial para que el partido, recupere y supere su postura, más ahora con la conducta de la Iglesia Católica, para que pueda recibir sugerencias, peticiones y hasta ruegos, para que el mismo, sea el candidato a la Presidencia de la República. ¿Y entonces?
El señor gobernador se debe, tal como él lo confirmó, a los michoacanos que fueron los que lo llevaron a la incómoda posición que tiene, pero con más trabajo y dedicación, habrán de superarse todas las dificultades que viene pasando por vivir a media paz, esta entidad.
Su sentimiento es porque en Michoacán haya un gobernador de tiempo completo, por los seis años que fue votado y abrumadoramente, con la gran esperanza de que su popularidad cunda más a la unidad y al trabajo, aún con la sacrificante condición en que se ha desarrollado.
Que se haga memoria, en las ocasiones donde se ha unido con el Partido de Acción Nacional, ha resultado con que todas las posiciones gubernamentales el “azul” se las ha agandallado y que se necesite, es precisamente que donde participe y su gente vote, obtenga lo que de acuerdo a la cantidad de votos, le toque, no que ahorita el PRD solamente tienen cuatro gubernaturas, Michoacán la más reciente, Ciudad de México, Tabasco y Morelos, pues hablando de honestidades, el partido de Cárdenas, tiene mucho más ideales que el de Morena y otros que por desgracia, han desaparecido ya, aunque hay que aceptar, que el núcleo pensante de esta organización política se desahogaron hartándose de recursos, vendiendo plazas y en algunos casos individuales, hasta ligarse con el crimen y el tráfico.
En las plazas donde fueron en alianza a las elecciones de junio presente con el PAN, fueron en tres entidades: Veracruz, con el Miguel Angel Yunes, en Durango, con José Rosas Aispuro y Carlos Manuel Joaquín González por Yucatán. Esos son los estados donde al PRD le dieron pura de árabe. Y para eso hay que andar muy “buso caperuzo”, tal como las inquietudes que despliega Aureoles, que no le cabe un ajo, sino todo Huandacareo, porque en realidad, sí que Michoacán no está tan fácil de gobernar.
