Aunque se ve que el Gobernador Silvano Aureoles está trabajando y le hecha muchas ganitas, la estrategia de repartir dinero a diestra y siniestra no está nada bien. El populismo que ha beneficiado a los gobiernos de los partidos de las izquierdas es superficial y dañino a largo plazo, o pregúnteselo a a nuestro Estado.
El populismo es básicamente el uso de medidas de gobierno populares, destinadas a ganar la simpatía de la población, particularmente si esta posee derecho a voto, aun a costa de tomar medidas contrarias al estado democrático.
El Gobierno del Estado desde que llegó o inició su mandato Silvano Aureoles se la pasado repartiendo Dinero, ya sea mediante programas o mediante apoyos y esto hace ver que el Gobierno ayuda, pero en realidad es una bomba de tiempo.
Por repartir dinero, mejor dicho, regalar dinero, hace que se haga menos en otros aspectos necesarios básicos de los ciudadanos, lo que necesita el pueblo es aprender a no vivir de la burocracia ya que en nuestro estado de una forma u otra la mayoría dependemos de el, de manera directa o indirecta.
Cuando a un pueblo le das dinero se vuelve huevón, aprende a vivir sin la necesidad de esforzarse para vivir, pero si a este le das trabajo, se vuelve productivo y se siente vivo.
Para que reparten becas, si los maestros y la enseñanza en nuestro Estado es de lo peor, para que reparten apoyos a los microempresarios si la la economía está estancada y no hay un flujo de efectivo que haga que esa empresita se desarrolle. Para que reparten tractores si a final de cuentas los agricultores no va a tener como pagar el préstamo final de dicha máquina. Cuando no te cuesta no lo cuidas.
Como dice el proverbio chino: “Lo que oigo, lo olvido; lo que veo, lo recuerdo; lo que hago, lo aprendo”, esto necesita la población, trabajo, empleo, esfuerzo, no dinero, ni abrazos y mucho menos palmaditas en la espalda.
Usen el presupuesto en la generación de empleos, en programas incentivos para empresas, en tecnología de búsqueda de la oferta y demanda laboral, en mejorar trámites de apertura de negocios, en agilizar la economía, en pagar a tiempo y en forma a los proveedores del Gobierno, en pagarle a aquellos que si trabajan, en mejorar la seguridad, porque si hay empleo habrá menos robos y secuestros.
Porque una vez que esto se cumpla, la población será feliz con centavitos en la bolsa y con ganas de salir a trabajar.