Se los paso como va, Ciudad de México.- El Estado mexicano está ausente de la Tierra Caliente michoacana, del vecino Guerrero y sus plantaciones de amapola, o del norteño Tamaulipas, y de tantas otras regiones donde ahora emergen los grupos de autodefensa”, exhibe hoy el diario español El País en su editorial titulado “Paradojas mexicanas”. En el artículo explica que en los últimos 20 años, el narcotráfico se ha infiltrado en las instituciones, el tejido social y la economía de muchos rincones del país. Reemplazando al Estado, confundiéndose con él.
A continuación se muestra el documento publicado por El País:
EL ACENTO Paradojas mexicanas Narcotráfico y delincuencia al suroeste, potencia tecnológica al norte. Al grito de “¡Por una Ruana libre!”, los vecinos de ese pueblo del suroeste de México se han levantado en armas contra la tiranía de un cartel de narcotraficantes, los Caballeros Templarios. Los vecinos están hartos de las extorsiones, de las multas y de que les paguen mal las cosechas de limones. Como escarmiento, los Templarios, haciendo honor a su nombre, han sometido a La Ruana a un asedio medieval que los tiene desabastecidos.
Claro que luego hay una segunda derivada, y resulta que es posible que la rebelión ruanesa esté instigada por otro cartel, que pretende desbancar a los Templarios en el control de esta región del Estado de Michoacán, donde se cultiva con profusión la marihuana. La narrativa pintoresca termina aquí. Luego vienen la violencia, los asesinatos y el subdesarrollo. ¿Y las autoridades? Bien, gracias. El omnipotente Estado mexicano, con todos sus símbolos, está ausente de la Tierra Caliente michoacana, como está ausente del vecino Guerrero y sus plantaciones de amapola, o del norteño Tamaulipas, y de tantas otras regiones donde ahora emergen los grupos de autodefensa.