Parece una producción de televisión barata, donde todos los participantes se están volviendo un hazmere ir del público.Todo empezó hace meses cuando debajito de la mesa se discutió que le tocaba al PAN ese puesto, al cual Morena quizo meter las manos alegando que ahora el es el que manda, sin embargo las viejas políticas se impusieron.
El teatro que la comisión ha impuesto, los supuestos exámenes, los pantallazos de los teléfonos, las audiencias, los comentarios, los periodicazos, en fin, un sin número de cosas que la verdad parecer de telenovela barata, algo así como las películas de las cabareteras que no tenían fin solamente desnudos.
La risa que da la comisión que no sabe defender un proceso, que no supo implementarlo, los negocitos debajo del agua que lo único que han logrado es que toda la cámara sea el chisme del día.
El ahuevo impulsar un personaje de parte de Eduardo Orihuela ordenando a través de manipulaciones y dádivas, lo hace ver como uno de los peores líderes del PRI, Marco Polo no deja de ser el mensajero que no tiene autoridad y que todo mundo se lo está brincando y que lo están manipulando.
Cristina que sigue moviendo las piezas a su favor y Ernesto Núñez que no quiere dejar de el protagonismo, por que de otra forma ya no es nadie.
Este procedimiento causará grietas profundas dentro de la Legislatura, y por esto partidos como el Verde y PRI tendrán que ceder mucho en el futuro.
La verdadera forma de elegir un Auditor es hacer una terna de posibles candidatos, quizá no una terna, pero si una lista, poner la lista a disposición de los Diputados, dejar que los aspirantes tengan tiempo de convencer a cada diputado y luego votar en una sesión con nombres dicho en el micrófono, para que no se tenga dudas por quién votaron. Nada de voto común, de voto arreglado, de voto en masa, de acuerdos que luego causarán enfermedad, cada diputado deberá tener la responsabilidad de su voto, por el personaje qu crea es el mejor y puede cuidar mejor los intereses del Estado.
De pena ajena, loq ue está pasando en la selección, el próximo Auditor Superior, será cuestionado y le faltará legitimidad por todo este proceso que parece concurso de risa en la televisión.