La duquesa se mostró muy risueña durante un evento benéfico en una escuela superior al oeste de Londres. Kate exhibió su figura esbelta y atlética en un vestido azul con saco LK Bennet que combinó con tacones de terciopelo negro. A la entrada al lugar el cabello de Middleton se elevó por la insistente brisa y ella consiguió verse como si estuviera filmando un comercial. La mujer quien lució un reloj Cartier y aretes Kiki McDonough compartió su tiempo con los jovencitos del centro que reciben terapia a través del arte como parte de la entidad caritativa The Art Room, de la que es madrina desde 2012.