Suena duro, ¿no?, pues sí, es increíble, ahora resulta que nos volvemos dependientes de la tecnología para todo. Un ejemplo significativo son los mapas en la red, y es que una vez que los usas, dependes de ellos totalmente, antes investigaba, preguntaba, se acordaba de cuando uno pasaba por ahí, se ubicaba, ahora todo eso es obsoleto.
No cabe duda que Google Maps o Apple Maps nos está haciendo estúpidos, de eso no tengo ninguna duda. Lo comprobamos en la ciudad de México, y pues claro como dirían los chilangos, nosotros los pueblerinos no conocemos, la ciudad. Teníamos que llegar a una cita de negocios y para llegar ahí, para buscar un lugar donde comer, para ver el tráfico de las principales calles, todo eso lo vimos en nuestro teléfono. Ya no admiramos la majestuosa ciudad de los palacios, ni observamos las calles, ni consideramos restaurantes que no estuvieran marcados en dichos mapas.
Además para ser la ciudad de México y aún siguiendo la ruta que marcaba el aparatito, nos perdimos, no porque fuéramos en una dirección contraria, sino porque no estaba actualizada la ruta con los cambios de obras de vialidad, pero reprogramamos y listo.
Que va a pasar con todo lo que nos enseñaron, un ejemplo claro, la ortografía, no se preocupe si no aprendió o si no fue ni si quiera a clases, los procesadores de texto (y no, nomás los procesadores, los programas de correo, los navegadores,etc.), como word o openoffice le corrigen todo lo que usted escribe, antes el saber ortografía, el tener una dicción correcta era un sinónimo de educación, de lucha por aprender, por alcurnia, por estatus.
No se deje llevar por la tecnología, claro que ayuda, pero eso no nos quita lo incultos que seamos.
