Un miembro del personal de la empresa de comunicaciones por satélite, llamada Inmarsat, trabaja delante de una pantalla que muestra los suscriptores el uso de su servicio en todo el mundo, en su sede en Londres. Inmarsat utiliza un fenómeno ondulatorio descubierto en el siglo XIX para analizar los siete “pings” (pulsos) que su satélite recogió del Malaysia Airlines vuelo MH370 y determinar sus último destino. The nuevos hallazgos llevaron el primer ministro de Malasia, Najib Razak, a la conclusión de que el Boeing 777, que desapareció más de hace dos semanas, se estrelló a miles de kilómetros de distancia, en el sur del Océano Índico, matando a las 239 personas a bordo.