Yo siempre lo he escrito, la universidad michoacana está agonizado y lo mejor que le puede pasar es que quiebre, para que de ahí se levante como una nueva entidad y con nuevas reglas. Los sindicatos de la alma mater de los michoacanos la están ahorcando, vividores como Eduardo Tena la están sofocando con sus pendejadas y lo único que van a lograr es que muera. Debería pensar mejor las cosas, sacrificar algo de la ley de pensiones para seguir mamando el resto de sus vidas de la máxima casa de estudios o matarla y quedarse sin nada, algo así, como el sindicato de electricistas de la ciudad de México.
El ultimátum que le pusieron los morenitas al rector, de que si no arreglaba su sistema de pensiones y jubilaciones, no habría dinero para sobrevivir los últimos meses del años, y es que cada año durante la última década o más, rogaban, mendigaban y lograban que alguien les ayudara para pagar aguinaldos y bonos y los últimos meses de salarios de cada año, pero el pasado , por primera vez si se vieron en problemas, porque nadie los ayudaba. Pues este año será peor, ya que sobre aviso no hay engaño y se les advirtió que si no hacían algo por sobrevivir el gobierno federal ya no estaba dispuesto a rescatarlos.
La universidad se queda sin dinero desde septiembre y no tiene de donde pagar nada desde esa fecha, por lo que tiene que empezar a viajar y pedir ayuda al gobierno federal, estatal y las cámaras de diputados y senadores. Pero está vez será diferente y como se están viendo las cosas, y la actuación tonta de los sindicatos, meterán en problemas financieros extremos a la Unimich.
Todo depende de los sindicatos y de nadie más, y si ellos no copean, pues cuello, como diría chino que está en las noticias nacionales de nuevo. La universidad no tiene de donde sacar dinero para salir adelante con los compromisos adquiridos por otros rectores, rectores vividores que lo único que hicieron fue hundir a universidad con convenios leoninos que concedían de más a los sindicatos con tal de que estos no estuvieron molestando cada mes y ahora ahí está el problema que nadie quiere ceder.