No frieguen, los rumores siempre han sido sólo rumores, pero que avienten al exgobernador del estado como posible candidato a dirigir la ciudad deMéxico es de dar risa.
Primero Lázaro no gana, si ya se, que es hijo y nieto, Segundo, si ya se que se lleva bien con el peje, si ya se que le deben favores, pero…, es una tontería, es un suicidio político, es un aberración.
El nombre no pinta tanto en la capital del país como lo hace en el Estado, segundo no tiene grupos, si bien fue parte del gobierno, nunca ha tenido estrucutra, así que sería un bodrio morenista que solamente le obedecería a Claudia o al peje, y este personaje se salió del gobienro federal por el posible encontronazo entre su padre y el pejedente, tercero ya están preestablecidos lo candidatos, como Harfuch o Brugada y estos no van a dejar pasar a un tercero en discordia, cuarto no trae los números, los traen otros, si lo ponen por ponerlo, es muy posible que ni siqueira nadie se acuerde de apdre o abuleo en estos tiempos, así que se comprueba el suicidio. Cuarto, si Claudia quiere ganar tiene que elegir a sus propios candidatos, para que le hagan ola y lleguen más rápido a la orilla, y Lázaro no es parte del equipo de Claudia, es Omar Harfuch, este último le debe, asíq ue hara lo imposible por ganar y ayudarla.
Lázaro no está preparado para gobernar una ciudad tan grande, bueno, tampoco estuvo para gobernar Michoacán, por eso vean donde estamos. Ni tampoco tiene estructura, su gente eran esos duros del PRD y esos ya no existen y ahora son sus contrarios yposibles enemigos que lo harán verse mal.
Los que sacan estos rumores son aquellos que tiran la piedra y esconden la mano, son aquellos que tienen antecedentes directos, posibilidades de hacer algo con el primer mencionado, pero que ya no pintan.
No se crea todo lo que escucha porque rumores como estos solamente nos hacen perder el tiempo y la verdad Lazarito no cabe en esa idea y muhco menos cabe en una candidaturía que de seguro ni siquiera el ha pedido.
Lázaro es como Silvano, sin posibilidad alguna de regresar el escenario político nacional otra vez.