MSV.- En realidad no hay ninguna explicación a modo de satisfacción pueblo, que convenza, porque está como lo que dijo hoy el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que queriendo ofender a los Estados Unidos, les dice a esos capitalistas, que a diario especulan y roban como nosotros, que la gente que está sometida por los criminales organizados, no entienden por qué se les limita sus decisiones, cuando ha sido la única forma de que algunos de ellos estén vivos y ya empiecen a recibir dinero por sus cosechas.
En Tancítaro, se decía en este espacio, que el hecho de que el Ejército Nacional los haya desarmado pero que uno de los integrantes de esta corporación donde no solamente participan jóvenes, sino madres y hasta señoritas, que no ha de ser porque quieren perder la vida por un lapso como Maduro por que ya para el mundo un irrazonable, que los convencieron y les regresaron las armas discretamente, dando claridad a que esa patriótica solución, es porque en esos lugares muy poco puede hacer fuerzas policiales o el mismo Ejército, que no han criollado en esos lugares, para conocerse entre sí, además de saber por dónde los caminos y por donde las veredas, además de cuevas o sitios que con suficientes recursos esos criminales, viven como reyes en plena naturaleza.
En el caso de Maduro, cuyas manifestaciones de ignorancia política, no es novedad, porque desde el pajarito que ocupa Chávez para mandarle sus mensajes, no ha podido comportarse como alguien que es electo por una nación para que la represente, de tal forma que no solamente sus enemigos se ríen de él, sino de quienes lo están soportando en respeto a la memoria de Chávez.
Así se entiende lo de las defensas populares, que si en lugar de pedir justicia hicieran intercambio de posiciones, que quienes gobiernan se quedaran en su lugar, juran que nadie aguantaba vivir en la zozobra ni una semana, porque una cosa es mandar y otra es ser la víctima y no diga que no porque la verdad es que sí.
Claro que ninguna comparación es buena, pero la verdad es que nada de lo que se diga en referencia a la obtención de que retorne la tranquilidad a Michoacán tenga posibilidad a corto tiempo, que simplemente también lo que se diga de ello, es como la demagogia aquella de Obrador, de que el Distrito Federal era una ciudad de la esperanza, que como todo lo que dice un político en defensa del amor que le tiene a una posición política, hace, aún a sabiendas que qué esperanza ni qué esperanza, es pura ilusión como el mantente en pie, sin hambre, como le especulan ya a los servicios de repartir portunidades que estándo al cabo Victor Silva.