MSV.- Quién sabe qué pretenden, pero algunos maestros centistas que ya regresaron a trabajar, preguntaron por el costo de un periódico mural, lo cual nos dio tanto gusto, que nos dimos a la tarea de invitar al interesado a que nos escuchara, que esos medios de difusión privados, son unitarios y los públicos, impresos si es que son una cantidad regular que van a ser gomados a la pared.
La cita fue de inmediato, más que se ofreció el gasto del café por nuestra parte.
Seguramente que usted se preguntará el motivo de esto que parece raro, que a alguien le satisfaga que instituciones privadas o públicas, quieran informar sus sentires o intereses, en forma cultural, que cuando se inició la charla, se les pidió el domi, el tamaño y qué tan grande el espacio del contenido como querían que se viera y resultó que nomás querían el precio para convocar y cuando al reportero lo enteraron del motivo, que era la historia de la primera Constitución de México, que fue en 1824, como la constituyeron 19 estados y cinco territorios, dos de los cuales es la Alta California donde están Los Angeles de los Estados Unidos, Texas, y otros no resaltados como Nuevo México y parte de Oregon frontera con Canadá, que lo que querían mostrar es, publicando el tamaño, de más de 4 millones de kilómetros cuadrados que medía México, ahora apenas y pasamos del millón y nos sostenemos unidos casi por milagro, ya muy achicalados por la venta que el General Santa Anna hizo a Estados Unidos en el último de sus varios mandatos como Presidente de nuestro país, que por cierto no le pagaron, sino que solamente le correspondieron ayudándole a que terminara su período presidencial, mediante las fuerzas armadas que él indicara, por cierto que como no le dieron ni enganche, menos el monto, que el Senado de los Estados Unidos, declaró no legal el trato y que es de donde un siglo más o menos cuando ya los mexicanos allá sean mayoría, van a pretextar para que esa parte, casi los tres millones de kilómetros cuadrados, nos los regresen, nos lo paguen o se declare nuevamente territorio mexicano.
Una de mis compañeras de filosofía llamada Estrella, de Huetamo y ahora laboradora ya por muchos años en el Ayuntamiento de Morelia, hizo investigaciones sobre las facultades que el gobierno vecino firmó a los que desanimados por esa venta, decidieron cambiarse a un lugar que se siguiera llamando México, teniendo el derecho, sin objeción alguna de parte de la vigilancia aduanal, a pararles el paso de las veces que quisieran pasar, cuando menos dos o tres veces por semana, cruzaran la frontera para estar en sus propiedades que dejaron o que cuando menos habitaron por muchos años.
Sí, nadamás que con el tiempo, ese decreto se fue olvidando, porque los “gringos” les fueron poniendo mala cara porque a lo mejor les daba por regresar a usufructuar lo que legalmente seguía siendo de ellos.
El pretexto pues de los profesores era, mostrar cómo éramos de grandes y ahora cómo estamos, que ya nadamás falta que Chiapas prosiga en sus reuniones secretas de quererse adherir o regresar a su autonomía, que al fin es el único estado que tiene los suficientes recursos, que no necesita de ningún respaldo o ayuda extra para poder desarrollarse.
De tal manera que su intención es que se vea hacia dónde vamos si empezamos a vender recursos del estado que ya muy mermados los patrimonios, prefieren pertenecer a otros que les garantice vida, paz y prosperidad, porque los ideales y sentimientos de patria, no valen sin poderes económicos propios.
