Atrapan a unos, sueltan a otros, pero la verdad nunca se acaba el crimen organizado en Michoacán, por mucho que atrapen a los caballeros templarios, ya están, el cártel jalisco nueva generación, el h3, el restante familia michoacana, los viagras, etc., listos para tomar las plazas que liberan, esto es un cuento de nunca acabar. El verdadero problema son las autoridades corruptas que no hacen nada más que colectar cooperaciones y organizar al crimen, si no pregúntele al virrey fresa, alias Alfredo Castillo, que sigue haciendo de las suyas en nuestro territorio.
Con la consigna del Presidente de la República para que aplacara la tensión en el territorio purépecha, lo comisionó para tratar de controlar el tema de inseguridad que se había disparado en el Estado, pero lo que no supo el Presidente es que este personaje vino a hacer de las suyas. Tomó al Estado como su reinado y se volvió dictador de segunda, ampliando las redes de inseguridad y creando nuevas, controlando según eso a las autodefensas y mediante sus socios estafando a los habitantes de la entidad.
El tema de los defensas se le salió del control, porque muchos malosos al ver que los querían atrapar fueron y le lloraron a Castillo para que los perdonara o se hicieron hacer pasar por buenos, esto hizo que el virrey nunca supiera quién era quién, los únicos que intentaron arreglar las cosas fueron los que iniciaron con el movimiento de las autodefensas, pero como Castillo los quizo culpar y ellos no habían hecho nada malo, todo se le salió de control a Castillo, por eso lo destituyeron.
Los que iniciaron con el movimiento, le entregaron listas a Alfredo Castillo, para que detuviera a los criminales, pero este en lugar de detener a todos, detuvo sólo a algunos y a los que no los convirtió en sus espías, colaboradores y socios. Por lo tanto, los que se le salieron del guacal eran sus enemigos y trato de acabar con ellos a como diera lugar.
Hipólito Mora y Papa Pitufo están en la lista negra de Castillo y le saben mucho, saben de los crímenes que cometió, saben de la corrupción que generó y saben los problemas que su gente, los «tolucos» crearon, pero saben que él, es muy poderoso y no lo pueden tocar tan fácilmente.
El problema viene para Castillo porque el año que entra se le acaba el «fuero» presidencial, del que goza, al ser tan amigo de Peña, después de eso lo van a acusar de todo lo que suceda en la entidad. Castillo no tiene las manos limpias, así que verán como se desmorona su poder a mediados del próximo año, por eso tienen razón los líderes de las autodefensas, llamen a Castillo para rinda cuentas, pero ya, antes de que se pele, como le hizo el ex de Veracruz.