Pues por fin apareció la alianza, sin el PRI, pero primera alianza, una alianza formalmente anunciada en días pasados para competir por la gobernatura del Estado. PAN, PRD y MC competirán conjuntamente para intentar ganarle, primero a Morena y luego supuestamente a Cristóbal Arias. Pero no se emocione tan rápido, por que falta mucho y nadie sabe cómo ni por dónde.
Con la alianza electoral, ahora viene la definición del candidato, nadie sabe exactamente que acordaron Silvano Aureoles y Marko Cortés, lo que se sabe ahora es que Marko no va como candidato y no va porque se siente inseguro y quiere navegar por seguro, obteniendo una posición plurinominal para la senaduría y así tener 6 años más royendo el huesito. El no se quiere arriesgar y es que no ha hecho un buen papel como oposición, y no ha realzado su nombre, por lo tanto no cree ganarle a un partido que según las encuestas sigue arriba.
Al creer que no le alcanza la alianza competirá con un candidato, que ellos creen ganará o al menos tiene la posibilidad de ganar, pero de eso escribiremos en otro artículo. Lo que Marko no se ha dado cuenta, es que su nombre tiene peso y que si tiene posibilidades de ganar ante un partido que día a día pierde adeptos, pierde preferencias, pierde militancia y sobre todo se quema más con el paso del tiempo y no por el desgaste natural solamente, sino por las pendejadas del peje.
Marko si puede ganar, tiene recursos suficientes, primero cuenta con las arcas del PAN, de la cual es ahorita su dirigente nacional y segundo contará con recursos de parte del Estado, ya que Silvano no puede darse el lujo de perder, porque si llega a ser derrotado y no ser victorioso, lo meten a la cárcel, entonces no le queda otra más que hecharle toda la leña al asador.
Con esa cantidad de recursos y siendo el candidato, tiene mucho más posibilidades de gana que el propuesto entre ellos. Además si va el directamente, entonces las posibilidades de traición serían muy remotas y casi imposibles, ya que debe recordar lo que paso con la alianza anterior, en la cual el gober cambio de bando en último momento y el mismo Marko se le fue al yugular, atacándolo con todo.
Marko tiene miedo y eso hace que no le den ganas de competir, bien dice el dicho: “El que no arriesga, no gana”.