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* El Tri se repuso a dos errores garrafales del primer asistente arbitral.
* Oribe Peralta regresó al camino del gol luego de varios partidos de sequía.
* México se ubicó en segundo lugar del Grupo A, empatado en puntos con Brasil.
Fueron tres goles legítimos pero bastó que sólo uno llegara al marcador. A final de cuentas, la Selección Mexicana obtuvo con categoría el triunfo clave, por 1-0 sobre un inanimado Camerún a pesar del árbitro asistente que le robó dos goles a Giovani dos Santos.
Siempre bajo la lluvia y regularmente dueño del balón, el Tri regaló una actuación prometedora, en particular a la mayoría verde que casi llenó las gradas para ser testigo del regreso del héroe que andaba olvidado: Oribe Peralta.
Un gol suyo significó la diferencia, el motivo para dejar en el olvido el nombre de Humberto Clavijo, el abanderado colombiano que le inventó dos fueras de lugar a Giovani.
El primero lo creyó ver al minuto 11, cuando el mexicano remató en el área chica hasta las redes, a placer y de zurda, un centro de Héctor Herrera. Habilitado por un par de cameruneses, el delantero hizo el primer coraje al ver la bandera levantada.
Inspirado por el imponente Himno Nacional antes del partido y el gran apoyo del público que cantaba y coreaba al mismo son, el Tri tuvo también momentos de incertidumbre, sobre todo al final.
De cualquier modo, el nombre de Samuel Eto’o fue casi una anécdota esta tarde, salvo por el disparo al poste al 21’, antes de que arreciara la lluvia y México volviera a la carga y aumentara las dosis de tensión.
Rafael Márquez le quitó un gol cantado a Héctor Moreno al desviarle lo que hubiera sido un cabezazo franco frente al arquero a la media hora de juego. Y pronto, la segunda explosión de enojo de Giovani, quien ya celebraba el remate.
En tiro de esquina, le llegó la pelota limpia, si acaso con un desvío camerunés. Pero Clavijo levantó la bandera e incluso le respondió al mexicano con un gesto como si le recordara que así es la vida.
La estadística era contundente: México terminó el primero tiempo con el 63 por ciento de posesión de balón, dos goles anulados y una sensación de profunda injusticia.
El complemento arrancó con el primer aviso de Peralta, quien al 60’ aprovechó un desvío del portero Charles Itandje a un disparo de Giovani para empujar de zurda y culminar una jugada que originó Héctor Herrera para el 1-0 definitivo y desatar el éxtasis en la banca mexicana.
El “Piojo” se murió con la suya hasta los minutos finales, ya que al 81’ mantuvo el esquema ofensivo. Marco Fabián y Javier Hernández habían sido sus cambios y ya sólo mandó a Carlos Salcido a reforzar la zaga en la compensación.
Con la banca azteca de pie esperando el silbatazo final, fueron esos minutos los de mayor angustia, sobre todo cuando el “Maza” debió rechazar en el área chica al 86’ un centro de Benjamin Moukandjo, el delantero que provocó que el estadio se paralizara un par de minutos más tarde, cuando cabeceó solo en el área y obligó a una espectacular atajada de Guillermo Ochoa.
México terminó tan cerca de sufrir el empate que de marcar el segundo, ya que antes había tenido otra oportunidad de Fabián y una de “Chicharito”, quien en el área chica voló un centro de Layún.
Con Brasil como siguiente rival, el Tri ganó el partido obligatorio y se colocó en segundo lugar del Grupo A, con los mismos tres puntos que Brasil pero menor diferencia de goles, ambos arriba de Camerún y Croacia, esperanzado en clasificar a Octavos, para lo cual los 3 puntos de esta tarde deberán ser determinantes.