MSV.- Mire que si a tiempo se unen todas las izquierdas contra la reforma energética, a lo mejor lo poco que queda del Partido de Acción Nacional que nunca supo cómo encontrar el voto por simpatía y sin compromisos firmados, cuando para luchas de menor importancia electoral se ha unido vergonzosamente con el Partido de la Revolución Democrática, que la reforma energética que es la que va a dar vida y mayor fuerza de futuro al Partido Revolucionario Institucional, se hubiera cuando menos detenido o limitado a no caer por sus carencias económicas, en manos extranjeras, cuyos capitales van a venir y como marabunta, van a acabar con lo que como no es de ellos, la explosión sea sin ninguna prevención y acaben con la mejor riqueza que tiene México.
Aunque científicamente ya se dice que para dentro de unos cincuenta años, no más, su demanda será superada por elementos solares o nucleares que no contendrán riesgo alguno de explosión, que el petróleo como en casi el cincuenta por ciento que ya lo es para las energías que se consumen en Alemania, su valor y su consumo es mucho menor de cuando solamente con esa clase de energético esa parte humana se desarrollaba, pero tan dedicada a que se vuelva a vivir en plena naturaleza, que habiendo comprobado que de esa manera se vive en la comodidad, tan real, que donde no es verde, es gris de edificaciones y producciones, que hasta sus vías de traslado van a cambiar, con eso de que las bicicletas aéreas, están como los bambúes de indonesia, que crecen diez centímetros diarios y están sirviendo para las construcciones, una vez que son rellenados por plásticos que ya sustituyen la dureza del acero. Lo que permitirá que para entonces se diga, que el riesgo que tomó este país en decidirse por abrirse a capitales privados, que no solamente de estado, se tome como una muy buena decisión de futuro.
Y la aprobación de esta nueva reforma, que por fin llega a su objetivo principal que es tener recursos para mejorar las condiciones de patria, que claramente se le observa una estrategia de oposición organizada, que de lo contrario, en verdad, aunque estemos peor, hay más simpatía por conservar patrimonios por los cuales uno se siente algo, no que otros que no tienen conciencia de lo que es ser pobre, nos hagan creer que aceptándolos como patrones, nos va a crecer la esperanza de que algún día, vamos a ser como ellos.
Por ello, o por la conjunción política de las imaginaciones, justificamos cualquier intención de cobro de servicios, porque qué casualidad, que hasta después de que se aprueba la nueva reforma energética, otra vez se van a volver a unir la popularidad que es Obrador y el patriotismo que es Cuauhtémoc.