En Morelia ¿hay o no autodefensas?..
* Se rumora que los autodefensas se escurren dentro de la ciudad en “operación hormiga”, quien sube dijo el de los caballitos.
Hay en la ciudad de Morelia, cuatro filtros de policías federales, mero pa’ que no se les ocurra a los autodefensas entrar a la capital del estado, porque eso “no se los vamos a permitir”, sentenció categórico, el chinguetas o comisionado federal para la seguridad, Alfredo Castillo, justo a escasos días de que en los Azufres los grupos ingresaban a Santa Clara, Opopeo, Zirahuén y daban un paseo por Pátzcuaro, como Juan por su casa, al respecto y pensando que entrarían a Morelia los chamacos, el señor Castillo Cervantes, fue muy claro cuando advirtió que “por ningún motivo llegarán los grupos de autodefensas a Morelia”.
Pero y es ahí en donde la puerca torció el rabo, se dice, se rumora se cuenta por fuentes fidedignas, que el avance de los grupos de autodefensa a la capital michoacana se hace inevitable ante la falta de operación efectiva de la autoridad por el incremento de asaltos a mano armada, crímenes, extorsiones, secuestros, asaltos a casa habitación que curiosamente se han estado viviendo en Morelia, por lo tanto su llegada se ve como respuesta ante la falta de actuación de la autoridad local, que, mero eso es lo que quieren los autodefensas para comenzar a actuar y “limpiar” de malosos las ciudades michoacanas, bueno eso dicen los que saben.
Se cuenta también que el ingreso se hace en la llamada operación hormiga, uno a uno en diferente momento y diferente tiempo pero con un signo característico, sin armas y aunque la autoridad formal hace intentos desesperados por evitar que los grupos se manifiesten en la capital de Michoacán, pues sería un duro golpe a la imagen de por sí ya deteriorada de Morelia y al incipiente turismo que de pronto se decide a visitar el estado, los que de esto saben dicen, juran y perjuran que en menos de dos semanas estarían mostrando músculo los grupos de autodefensa de Michoacán comandados por Hipólito Mora, Estanislao Beltrán y Juan Manuel Mireles, chismosos y coliches que lo acompañan.