De los seis candidatos a la gubernatura por nuestro partido el PRI, Orihuela, Silva, Huerta, Wilfrido, Anaya Gudiño y de último, tomado como sorpresa, Jaime Darío, quien por cierto pidió permiso económico, porque hasta estas horas no se sabe si es para gobernador o para presidente municipal de Morelia.
Si es para gobernador, le va a costar totalmente al estado, como también para edil, pero con la amistad y orientaciones del coahuilense Humberto Moreira, toda una institución del ayúdame para ayudar, que fue quien apadrinó su diputación local.
La información que arrojó la necesidad de no hacerle al engabanado, indica que como tiene que salir tres días a más tardar el nombre por quien hay que trabajar para que el tricolor triunfe, que como de los zorros de la política ya, que no ponen ni el costo de su foto para su campaña, dejando la responsabilidad del triunfo a su partido porque al fin “ellos no querían”, no se van a poner de acuerdo para cumplirle al líder nacional del PRI en que sin unidad, ninguno por su cuenta gana, que se predice que quien todavía sea masa moldeable, es el bueno, es decir, que no tenga ningún rasgo parecido al ex perredista Rios Piter, que pudiera difundir realidades de los que es el acatamiento de mandos superiores.
