MSV.- La situación económica por la que estamos pasando, nos está obligando a que cuando menos una o dos veces al día, en lugar de transportarnos en un camión, combi, coche; moto; primero por gracia, ahora porque estamos viendo el costo y el ejercicio que se hace, aunque con algún temor por los cafres del volante, pero ya vamos utilizando cuando se puede, la bicicleta para nuestro transporte.
No tardamos en que una compañía como la que fue concesionada en el Distrito Federal, esté obteniendo ya la de Morelia, para cubrir el tramo de la Av. Madero; cambiar notificaciones públicas para que el conductor sepa que ya la Av. Madero no es para jugar carreritas.
De preferencia que las bicicletas no sean altas, sino bajas, con el propósito de que conforme el usuario cuelgue los pies a cada cuando se encuentre alguna dificultad a su tránsito, no caiga, sino solamente se pare.
Una nueva educación vial vamos a empezar a ver como también nueva relación entre conductores de vehículos y los que estamos volviendo a la vida al hacer ejercicio, ahorrar, no utilizar vías que a cierto horario del día se congestionan.
La vida ya tiene mucha prisa, yendo a pie ya no voltea uno como antes a ver mantas, letreros; ya la fosforescencia de los colores nos está dejando de jalar la vista, pero es porque el paso del transeúnte va colocado como el vagón que a medio tren, jala para donde va la máquina o el cabús, aunque no se si usted se ha fijado, que ahora ya no van vagos al final de los trenes y si el tren es muy largo, menos, porque las señales de esos guardias, se han sustituido por algo electrónico: los trenes de México han cambiado mucho, lástima que los gringos junto con Zedillo, no consideraron que este medio de transporte fue creado para conducir a los mexicanos, no pura carga como ahora que una o dos máquinas arrastran hasta más de trescientos vagones y unos de doble piso.
Que es un negociazo y eso que todavía no empiezan con el transporte de materia que viene ya manufacturado del oriente, para los Estados Unidos, que en un lapso de un día y medio, ya lo estén poniendo en su país, lugar al que lo destinan sus fabricantes, de Florida a Nueva York.
No cualquiera hoy pertenece al sindicato de ferrocarrileros, ahora ya lucen limpios ya no se les ve demacrados, pareciendo que ganan más y desempeñan sus labores con agrado.
Asi también se esta observando al usuario que tomado en serio el uso de la bicicleta, en las mismas avenidas se nota que los conductores del nuevo vehículo, no abusan en demandar amplios espacios para circular, sino que conducen echando un ojo al gato y otro al garabato, pues hasta ahorita no hemos recibido información en la redacción de estos dos medios, de que los que manejan vehículos, atropellen a ciclistas, ni que tampoco éstos se les echen encima o estorben de frente.
Como se ve, debe existir algún interés porque la bicicleta nos venga a ayudar, tanto en nuestra salud, como en la bolsa de los que ganan poco, que en este gasto específico para su familia, se les va un buen tanto por ciento de lo que medio ganan.