Sin tanta novedad, ya le encuentran similitud con el jitomate y el aguacate
MDV.- Por medio de la Internet están sacando cada ocurrencia, que da la impresión que si fuera verdad, no se difundiera.
Ya ayer apareció que para tener más busto y adelgazar, basta con que si usted es mujer, de la berenjena haga rodajas, las meta al agua en depósito que no le dé luz y tómesela todas las mañanas antes de desayunar. Además, que como tiene mucho hierro y potasio, arrastra con todo su colesterol malo.
El caso es que como contiene muy pocas calorías, que le va a servir a usted hasta para que no llegue a tener cáncer y no llegue a envejecer: lea nomás…
Esta noticia va a darle un valor agregado a esta fruta, que sin tanta novedad, ya le encuentran similitud con el jitomate y el aguacate, claro que este contiene grasa que si ya consumido a su organismo no tiene arrastre, el aceite va a donde mejor tenga comodidad.
En esto entra la verdad constitutiva de nuestra masa corporal, de que esta está hecha de lo que más nos gusta comer, olvidando darle lo que con el tiempo nuestro cuerpo deja de producir. En algunos libros de cómo mantenerse en salud, se recomienda comer de vez en cuando lo que no nos guste.
Hay personas que para no tener gripas fuertes o constantes, se toman el aceite de tortuga, rezando para poderla pasar del paladar, pero quienes lo logran, aceptan que es el mejor fortalecimiento para que todas las vías respiratorias se mantengan en temperatura que trabajan y viven los órganos adjuntos, es decir, que resistan las agrestes temperaturas del exterior que como en estos tiempos son muy agresivas.
Agrego que la berenjena no es tan barata como el jitomate y nada agradable su sabor, pero qué es barato hoy, si hasta el garrafón de agua ya va en los 23 pesos y usted y cada miembro de su familia debe tomarse como mínimo, dos litros de agua. Por eso, a toda cura que no provenga de medicamentos, sea alópata, homeópata, acupunturista o hervolaria, uno debe hacer ejercicio. La gente inactiva, siempre se enferma constantemente y ahora que los médicos han subido el precio de sus consultas y las medicinas en instituciones de salud ya no las gratuitan, debe hacer el sacrificio cuando menos de subir escaleras unas cincuenta veces diariamente.
Por parte de lo anterior, en el ramo de que los centros de salud están a punto de dejar morir a los que ya no le surten sus medicamentos controlados, la decisión de ponerse en huelga de hambre el médico Luis Francisco del Toro, es admirable y hay que reconocerle, que siendo el primero, ha puesto a cuando menos hacer oficios de advertencia a los diputados de la comisión de salud, para que comunicando a la Secretaría de Salud Pública, luego que le cuenten los que mata, no se espante de que le vayan a consignar como a Felipe Calderón a los tribunales de la Haya, por los casi 60 mil asesinados por combatir en directo al crimen organizado.