A la Costa Chica de Guerrero ya estaba llegando el ojo por ojo y diente por diente o pie por pie y mano por mano, cosa que ya no le pareció a las autoridades, principalmente al gobernador Angel Aguirre y las personalidades que dieron su apoyo para que se tolerara y se apoyara esa clase de seguridad comunitaria.
Y es que como los castigos que estaban aplicando eran al estilo de los dichos antes y después de Cristo, o sea reconocidos ahora como bíblicos, pretendían al tocar el caso de una mujer retenida que la acusaban de adulterio y aborto y como usted sabe ante la multitud, pues que pedían que fuera quemada en una hoguera, estaban los juzgadores como asustados, porque ya la habían golpeado, escupido, apedreado, desgreñada y maldecida, al grado que sentían que si no acataban a la muchedumbre, se iban contra de ellos, que parece se paró el asunto para discutirse después.
Hasta ahora a nadie le han aplicado la ley de acuerdo a los usos y costumbres de cada comunidad, pero se advierte, que ya enardecidos todos, si se rajan, se va a multiplicar el borlote y la sangre va a correr.
El caso comadre es que las autoridades no han podido rescatar a los retenidos, porque dice la justicia improvisada que ni madre, que si se los entregan, luego los sueltan por una lana y que mejor hay que pensarlo un poco más, para satisfacer lastimados y someter a delincuentes.
Híjole comadre, como que las cosas se están alterando, pues en Chiapas, la CFE les cortó la luz a hospitales y nosocomios pequeños en comunidades muy jodidas, aunque unas cuatro como Larráinzar no se dejó, pues corrieron a los empleados de la Comisión Federal a quienes amenazaron que si no se iban, los iban a amarrar o meter al bote, aunque no faltó alguien quien gritara que mejor les cortaran los “huérfanos” para que fuera duro el mensaje y a lo mejor ya no regresan nunca, porque la Salubridad siempre anda con cuentas mochas.