Por JJ Velasco
Hoy en día las pantallas táctiles están presentes en muchas aplicaciones de nuestro día a día; tabletas, smartphones, terminales de venta, dispositivos GPS o incluso los ordenadores de muchos coches presentan interfaces táctiles. Si bien es posible establecer patrones táctiles (muy populares en Android) o contraseñas en nuestros dispositivos móviles para evitar el uso por parte de terceros, existen bastantes proyectos de investigación que buscan implementar nuevas medidas de seguridad en este tipo de dispositivos. En el caso de la Universidad Rutgers (situada en el Estado de Nueva Jersey), un equipo de investigación lleva tiempo trabajando en un sistema capaz de identificar al usuario de un dispositivo táctil usando un anillo que actúa como llave.
El proyecto, llevado a cabo por un equipo de 8 investigadores, tiene como objetivo identificar a los usuarios a la vez que éstos interactúan con pantallas táctiles capacitivas utilizando una señal eléctrica y un dispositivo trasnceptor (materializado en una especie de anillo que actúa como “clave”) colocado en uno de los dedos del usuario. ¿Un anillo en el dedo del usuario? En el fondo, el esquema no está demasiado alejado de una llave codificada (como la que utilizan muchos automóviles hoy en día) puesto que sin ese anillo no podremos acceder al dispositivo pero, en este caso, con tener el anillo no bastará porque éste generará una señal eléctrica (de no mucho voltaje) que se transmitirá por nuestra piel y servirá para activar la pantalla capacitiva del dispositivo táctil.
Dicho de otra forma, el anillo genera una señal de control que pasará por nuestro dedo y combinando ambas cosas, la pantalla capacitiva responderá identificando al usuario (o todo lo contrario). La idea es bastante interesante porque abre la puerta, por un lado, a un nuevo nivel de seguridad en tabletas y smartphones (pensemos en aplicaciones con requerimientos elevados de seguridad) y, por otro lado, también abre la puerta al desarrollo de dispositivos multiusuario, garantizando por este patrón biométrico el aislamiento entre perfiles y, por tanto, la privacidad de los datos.
Por ahora el dispositivo se encuentra en fase experimental y han desarrollado un prototipo funcional con el cual los miembros del equipo pueden autentificarse en un terminal pero, quizás en el futuro, podría servir para adaptar las configuraciones de un terminal a cada usuario que lo usase (identificándolos por este método):
Imagina que cualquier dispositivo electrónico te conociese y se adaptase a tus preferencias o te ofreciese información personalizada, simplemente, identificando quién eres
El equipo espera que el prototipo derive en un producto comercial en el plazo de un par de años aunque antes tendrán que trabajar en la miniaturización del token (el anillo) y su diseño y estética (puesto que ahora es un prototipo realizado en una placa poco o nada vistosa).
Una interesante forma de proteger la privacidad de los usuarios.