Toda la mañana ha sido un desmadre completo, la ciudad de Morelia, parece sitiada, en guerra, no cabe duda que la ciudadanía está harta de tanto problema que no le concierne.
Los normalistas tomaron el acceso a Pátzcuaro y la Avenida Ventura Puente, los maestros intentaron llegar al Palacio Legislativo, donde los diputados intentaban discutir y aprobar la Reforma Educativa y en todos lados los habitantes estaban hechando chispas.
Los Diputados se dan con todo dentro del recinto legislativo, disque por los problemas que había afuera del Congreso y si ahí no hay civilidad, entonces no podemos esperar nada de sus habitantes.
Parecía guerra, parecía una zona de conflicto, había gas lacrimógeno, había golpes, había gente corriendo, había turistas que no podían respirar, hubo heridos, al menos cuatro policías de ellos, esto sin sumar los que se aguantaron.
No entenderán los maestros que la reforma ya fue votada y aprobada en el país y que esto es solamente un sencillo trámite, que no hay vuelta atrás y que nosotros los ciudadanos no tenemos nada que ver, que nosotros los ciudadanos, no hemos agredido a ningún maestro, aunque las ganas nos sobran. No han entendido los normalistas que no hay trabajo de por vida y gratis, que el Gobierno del Estado no tiene dinero para mantener flojos e incapacitados normalistas, no han entendido que el pueblo quieren maestros con ganas de trabajar y con ganas de enseñar, no con ganas de sólo cobrar, que el pueblo quiere que su niñez sea inteligente, preparada y con ganas de crecer, con ese ejemplo, nuestros hijos no tienen posibilidades.
Y para acabarla, hay retenes en la entrada a Morelia, porque según eso vienen los grupos de autodefensa a tomar la capital, que quieren liberarla, cuando nunca ha estado tomada por el crimen, del cual si hay muchos delitos, pero para encontrar a todos los Caballeros Templarios y sus operadores.