Perdieron Guerrero y Michoacán 40 Días de Clases por Paros

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Perdieron Guerrero y Michoacán 40 Días de Clases por Paros
De acuerdo con una nota publicada en Excelsior, a diferencia de los 25 millones de niños de educación básica que hoy terminan su ciclo escolar, 20% de los alumnos de ese nivel educativo en Guerrero y 25% de los de Michoacán concluirán el año con deficiencias en su aprendizaje, debido a que de marzo a mayo sus profesores no dieron clases en rechazo a la Reforma Educativa.
Más de medio millón de menores en esos dos estados perdieron en promedio 40 días de clases, en los que, de acuerdo con los planes de estudio, debieron aprender temas de materias como civismo, español, matemáticas e historia.
Para el ex asesor de la SEP y especialista en educación y programas pedagógicos, Enrique Lepe García, y para la presidenta de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), Consuelo Mendoza, estos menores sin clases fueron afectados de por vida, pues la falta de ese conocimiento les repercutirá a lo largo de su aprovechamiento académico.
Entre los conceptos que se perdieron en los distintos grados académicos en medio de paros, marchas y bloqueos carreteros durante marzo, abril y mayo están el de justicia, líneas curvas y rectas, las celebraciones cívicas más importantes, pasando por la época de la Conquista, hasta cómo calcular el área de una superficie y las características socioeconómicas del mundo.
Paros merman aprendizaje
Con la suspensión de actividades en marzo, abril y mayo, los niños dejaron de estudiar temas conforme a lo estipulado en los programas de estudio.
Alrededor de 26 millones de niños de educación básica terminan el ciclo escolar mañana, pero 20 por ciento de los estudiantes de Guerrero y 25 por ciento de los de Michoacán concluirán el año con deficiencias en su aprendizaje, debido a que entre los meses de marzo, abril y mayo sus profesores detuvieron las clases, por los paros que realizaron durante el primer semestre de 2013 en rechazo a la Reforma Educativa.
Entre marzo, abril y la primera semana de mayo, 300 mil estudiantes de Guerrero perdieron 40 días de clases efectivos, y una cantidad similar de alumnos en Michoacán dejó de ir a la escuela 38 días entre abril, mayo y junio, en los cuales dejaron de aprender diversos temas que el resto de los niños del país sí pudieron estudiar conforme a lo estipulado en los programas de estudio del calendario escolar.
“Sin duda, la suspensión de actividades colocará a esos niños de primaria y secundaria en una seria desventaja cuando deban enfrentarse a resolver problemas o contestar temas el próximo año, porque no lo vieron en el grado anterior o los vieron en menos tiempo del programado en el plan de estudios, debido a la ausencia de sus maestros”, aseveró el ex asesor de la SEP y especialista en educación y programas pedagógicos, Enrique Lepe García.
En ese sentido, la presidenta de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), Consuelo Mendoza, consideró “muy lamentable” que los estudiantes que perdieron clases por los paros magisteriales terminen el ciclo con desventajas, porque no sólo tendrán menos conocimientos, sino que eso los perjudicará para el desarrollo de la vida, “un día de clases perdido es un día que jamás van a recuperar para su formación, y con el tiempo es probable que tengan grandes fracasos”, lamentó.
De acuerdo con los planes y programas de estudio de la SEP, en esos meses de paros, los alumnos de primer grado de primaria tenían que aprender en civismo el concepto de justicia; en las clases de matemáticas sus profesores debían enseñarles cuáles son las líneas curvas y rectas, y en español aprenderían palabras a través de juegos de sopas de letras.
Los de segundo grado no pudieron estudiar en esos días de paro las celebraciones cívicas más importantes de México, como el 5 y 24 de febrero o el 21 de marzo; mientras que los de tercero perdieron las clases de matemáticas donde aprenderían cuadrículas y figuras.
En tanto, los de cuarto grado perdieron las clases de historia sobre La Conquista de México y la Evangelización en el país, y en geografía perdieron las actividades vinculadas a los tesoros del México como territorio nacional.
Los de quinto grado, durante ese periodo tenían que haber aprendido en matemáticas a sacar el área de una superficie y cuántos metros tiene una héctarea; en geografía el plan de estudios indicaba que tenían que estudiar las características socioeconómicas del mundo.
Esos diferentes temas, según el grado académico de cada alumno, se perdieron en medio de paros, marchas y bloqueos carreteros que en Guerrero afectaron a turistas en la autopista del Sol durante la primera semana de abril, y en Michoacán causaron la muerte de cinco profesores de la sección 18 de la CNTE.
De los bloqueos que realizaron los maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), los hechos más graves ocurrieron el 24 de abril, cuando el movimiento magisterial disidente destruyó e incendió cuatro sedes estatales de partidos políticos, y una oficina del gobierno del estado; lo cual ocasionó daños que superaron los 10 millones de pesos, según estimaciones del gobierno de la entidad, mientras que el bloqueo en la Autopista del Sol dejó una pérdida económica superior a los 30 millones de pesos, según cálculos de la Cámara Nacional de Comercio.
Pero más allá de los costos económicos que causó el paro magisterial, la presidenta de la UNPF y Lepe García coincidieron que quienes resultarán más afectados son los alumnos, porque en promedio dos de cada 10 estudiantes de Guerrero y Michoacán terminarán un ciclo escolar con déficit en los aprendizajes que debían adquirir, lo cual repercutirá a lo largo de su aprovechamiento académico para el próximo ciclo escolar y en el desarrollo para la vida.
Además del mal ejemplo que les dieron sus maestros, dijo Consuelo Mendoza, esos niños van a crecer con una desventaja social y avanzarán “sin tener los conocimientos adecuados, porque arrastrarán un rezago”.
Mientras esos alumnos estuvieron fuera de las aulas por más de 40 días, los estudiantes de las escuelas que no se sumaron al paro en Guerrero y Michoacán llevaron con normalidad las clases, en las que los niños de primer grado de secundaria aprendieron en matemáticas a construir círculos y polígonos regulares, además de adquirir las habilidades para leer información presentada en gráficas de barras y circulares, y emplear la regla de tres.
Los de segundo grado de secundaria, durante ese periodo, aprendieron a resolver problemas usando ecuaciones con número enteros o decimales, así como a calcular, interpretar y explicar la media y mediana.
Mientras que los de tercer grado de secundaria que sí fueron a la escuela adquirieron habilidades para comprender cómo resolver problemas matemáticos usando el seno, coseno y tangente.
Este viernes que concluye el ciclo escolar, los alumnos de primer grado de secundaria que fueron obligados a estar fuera de la escuela por sus maestros paristas terminarán con déficit en sus conocimientos sobre cómo escribir una carta formal para solucionar un problema de la comunidad, en tanto que los de segundo grado perdieron horas que estaban destinadas a saber cómo escribir la biografía de un personaje o cómo realizar una novela para mejorar su lectura.
Y en el caso de los de tercer grado, quienes además pasan al bachillerato, perdieron las clases enfocadas al análisis de obras literarias del Renacimiento, la elaboración de una historieta y al uso de sinónimos y antónimos para construir crucigramas.
En la materia de ciencias de primero de secundaria, los alumnos perdieron las clases sobre el estudio de la sexualidad, en las que abordarían temas como erotismo, salud sexual, infecciones de transmisión sexual, así como métodos anticonceptivos.
Los de segundo grado perdieron el tiempo de la materia de historia que estaba destinado a estudiar la Segunda Guerra Mundial, la división del mundo en capitalistas y socialistas, y el análisis de la Guerra Fría.
Los de tercero perdieron las horas establecidas para comprender el proceso de la Revolución Mexicana, la Guerra Cristera, la Reforma Agraria y el cardenismo; así como la Guerra Civil Española y la entrada de México a la Segunda Guerra Mundial.

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