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Si alguien en Cruz Azul sabe lo que significa triunfar y perder en un Mundial de Clubes esos son Christian Giménez y Fausto Pinto, los únicos celestes con experiencia en esta competencia.
Ambos fueron parte del Pachuca que disputó el torneo en las ediciones de 2007 y 2008 en Japón con dos resultados distintos. La primera vez fallaron en Cuartos de Final (es decir, la primera ronda) y en la segunda oportunidad alcanzaron Semifinales.
“Me dejó un sabor muy amargo (en 2007), nos habíamos preparado mucho, teníamos la ilusión de trascender, el equipo venía embalado, habíamos ganado muchas cosas a nivel nacional (campeón de Liga en Clausura 2007), a nivel internacional habíamos hecho bien las cosas (había ganado Copa Sudamericana) y era un paso importante para la institución. Sí fue un trago muy amargo.
“Recuerdo perfectamente acabando el partido (ante Etoil du Sahel), estar en el vestidor con la ilusión que teníamos todos y fue un golpe bastante duro. Recuerdo que Jesús Martínez (Presidente de Tuzos) ahí dijo: ‘vamos regresar el próximo año y vamos a hacer mejor las cosas’. Se nos dio poder regresar el siguiente año, no logramos lo que queríamos, pero sí nos fue mejor”, externó Pinto.
El lateral izquierdo celeste advirtió de la importancia que tiene no menospreciar al primer rival que tendrá en dicho torneo. Porque tanto Western Sydney Wanderers (Australia) como Al Hilal (Arabia Saudita) pueden ser peligrosos.
Consideró que La Máquina tiene la responsabilidad de llegar a Semifinales y evitar las críticas que han caído sobre otros clubes mexicanos que se quedaron en la primera ronda.
“Los que no han logrado pasar, lo han pasado mal, se les ha criticado. Sí es una obligación el poder pasar”, reconoció Pinto en entrevista con Medio Tiempo.
Y aunque coincidió con el entrenador Luis Fernando Tena que deben ir paso a paso, no puede quitarse de la cabeza que existe la posibilidad de enfrentar al Real Madrid, partido único en la carrera de un jugador.