La gran pirámide de Kukulcán o El Castillo en la zona arqueológica de Chichén Itzá, es uno de los vestigios más emblemáticos de la cultura maya. Después de casi un siglo de ser estudiada por los arqueólogos modernos, la maravillosa edificación sigue revelando poco a poco sus secretos celosamente guardados. A mediados de agosto investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dieron a conocer que descubrieron que la pirámide fue construida encima de un cenote. Este hallazgo revoluciona todas las teorías que se han hecho sobre el carácter simbólico de la estructura principal de esta ciudad sagrada.