El Gobierno de Michoacán tiene como objetivo recaudar 5 mil 14 millones 685 mil pesos en el año 2026 mediante el Impuesto sobre Erogaciones por Remuneración al Trabajo Personal, comúnmente denominado impuesto sobre nómina. Esta carga tributaria es asumida exclusivamente por los empleadores cada vez que realizan pagos por sueldos, salarios o compensaciones asimiladas en un contexto de subordinación laboral. Esta proyección representa un aumento superior a mil 162 millones de pesos en comparación con los 3 mil 852 millones 301 mil 540 pesos autorizados para el año 2025, conforme a la Ley de Ingresos actualmente vigente y la propuesta presentada ante el Congreso del Estado, a pesar de que la tasa del 3 por ciento se mantiene sin alteraciones.
Este impuesto afecta directamente a las entidades que emplean personal, incluyendo empresas, comercios, instituciones privadas, organizaciones civiles que cuenten con trabajadores y cualquier patrón que efectúe pagos por salarios o remuneraciones. No se deduce del salario del empleado ni influye en su recibo de pago; es una responsabilidad patronal que se basa en el total de las remuneraciones distribuidas, sobre las que se aplica la tasa del 3 por ciento establecida en el Título Segundo, Capítulo VII de la Ley de Hacienda del Estado. Por esta razón, a pesar de mantener una tasa constante, la recaudación aumenta cuando hay un incremento en los salarios, el número de trabajadores formalizados o la fiscalización adecuada.
La propuesta de Ley de Ingresos para 2026 conserva en su totalidad el contenido del Artículo 14 referente a este tributo, que es del 3 por ciento; sin embargo, la justificación presentada menciona una previsión de crecimiento derivada de actividades de fiscalización, ampliación del registro de contribuyentes, inclusión de quienes no cumplen y recuperación de deudas existentes. El documento indica que hasta el 30 de septiembre de 2025, el desempeño del impuesto había alcanzado un avance del 75 por ciento en comparación con lo programado, proyectando un crecimiento del 21. 09 por ciento para 2026, sustentado en estrategias de supervisión y en un dinamismo mayor del sector privado, que representa el 54 por ciento de la recaudación total de este impuesto.
La diferencia entre mantener una tasa sin cambios y aumentar los ingresos por encima de mil millones de pesos tiene implicaciones tanto políticas como económicas: el Estado no altera la carga legal, pero sí mejora la recaudación a través de mecanismos de cumplimiento y formalización laboral. Esto refuerza la posición del impuesto sobre nómina como la principal fuente de ingresos propios, un elemento crucial para la autonomía financiera estatal y para las decisiones que el Congreso deberá considerar en las próximas semanas al discutir el paquete fiscal para 2026.
