MSV.- Por donde quiera anda el Diablo suelto, fue la expresión de moradores del barrio del Templo del Socorrito en Dolores Hidalgo, después de que ayer por la madrugada intentaron quemar al párroco Guadalupe Argüelles Méndez, uno de los mismos parroquianos; por cierto muy conocido, que en estado de ebriedad cortó una conducción de gas, le prendió fuego y la dirigió hacia la casa o curato donde dormía el sacerdote que atiende ese rebaño católico.
Le alcanzó a quemar un sillón y algunos periódicos, así como otros objetos que se prendieron al pasar el fuego del improvisado lanzallamas por una ventana que no tenían cristales, sino solamente cubierta por bolsas de plásticos.
Al salir el cura y pedir auxilio, vecinos contribuyeron con llamar a la policía y a los bomberos, pero como siempre, las autoridades llegaron tarde, ya cuando el delincuente había desaparecido.
Al haber sofocado el fuego -no se dijo si por los bomberos-, la policía solamente se limitó a preguntarle su nombre y a oírle con mucha indiferencia, que cuando salió de la casa despavorido, escuchó que el que lo quería quemar, es conocido y asiduo del Templo del Socorrito, quien por la forma de correr parecía estar completamente ebrio.
También les informó que gritó: “ya tronó y aquí va a quedar. Traigo una pistola” así lo declaró el sacerdote, como queriendo dar a entender que si no lo quemaba, lo balaceaba.
Los comentarios que por este caso han surgido, son que ahora no solamente hay que cuidarse de los desconocidos, sino de los conocidos también, cosas que no se entienden, el por qué están sucediendo esta clase de incidencias, a menos que en las investigaciones resulte que había problemas entre el sacerdote y el creyente, pero de que está raro el caso, claro que lo está, ya que los que han sido entrevistados para encontrar los motivos, señalaron que ni modo que sea este asunto, parecido al de Paraguay, donde uno de los que cuando había sido seminarista y otro monaguillo del mismo pueblo, se unieron para “echarse” también al cura que durante su niñez los había penetrado, pero que su dolor fue ofrecido a la obediencia que les pidió el servidor de la iglesia.
Paraguay es un país donde gobierna la Iglesia y donde acaban de tumbar recientemente al Presidente de esa república que era el arzobispo mayor, porque no solamente se le encontraron esposas, queridas e hijos, sino denuncias de violaciones que había conseguido en el cumplimiento de la obediencia a Dios.
Quién sabe qué ira a resultar de este asunto que está muy raro y que sucede precisamente donde el padre de nuestra patria, Miguel Hidalgo y Costilla, lleva al cabo por la madrugada del 15 de septiembre del año de 1810, el grito de independencia: Dolores Hidalgo, Estado de Guanajuato.
