Un trabajador del volante y un elemento de vialidad protagonizaron un verdadero alboroto en pleno Centro Histórico de esta capital, todo giró en torno a una infracción que el uniformado quería aplicarle al taxista, pero este simplemente no se dejó y al final se retiró a toda prisa del lugar, el acontecimiento ocurrió alrededor de las 13:00 horas del pasado martes; en ese instante nada era fuera de lo normal, la gente tomaba café en el área de los portales, otros leían el periódico en las bancas de la Plaza de Armas y muchos más simplemente caminaban.
De pronto la cotidianidad se rompió cuando en los portales, frente al Hotel Cantera Diez, sobre la avenida Madero, un taxista se paró en doble fila a esperar a que saliera un vehículo para estacionarse y subir pasaje, la unidad de alquiler era un Tsuru, de la línea Ejecutivo, con número económico 195 y matrícula 8158-LDB, a su vez, un oficial de Tránsito también se estacionó en doble fila con la patrulla 04-499 y se dispuso a querer quitarle las placas al chofer del transporte público, fue así que el ruletero y el policía se hicieron de palabras.
Y esto llamó sobremanera la atención de los parroquianos, los implicados se empujaron, se “mentaron la madre” y después el taxista trató de estacionarse, pero el oficial pensó que se daba a la fuga y corrió tras él, nuevamente se dijeron palabras altisonantes, una tercera persona intervino para que no hubiera golpes, un segundo oficial llegó a la zona para apoyar a su compañero y al final de todo el pleito el empleado del transporte público subió a su unidad y prácticamente se las echó encima a los patrulleros para retirarse con rumbo incierto.