En la ruta para conseguir un México incluyente, el Gobierno de la República construye una política social de nueva generación con un enfoque de derechos, por ello, se incorporó la perspectiva de género de estrategia transversal en el Plan Nacional de Desarrollo.
El Presidente Enrique Peña Nieto precisó que todas las dependencias y organismos públicos promoverán la igualdad entre mujeres y hombres en sus programas y acciones.
“Trabajamos para que todos los habitantes gocen en su vida diaria de los derechos que les reconoce nuestra Constitución. La alimentación es un derecho básico, superar el hambre y la pobreza es una acción ética de nuestra generación que nos convoca y nos compromete a todos”, refirió.
Por ello, entre sus primeras instrucciones ordenó iniciar la Cruzada Nacional contra el Hambre en respaldo de más de siete millones de mexicanos, que padecen la doble condición de pobreza extrema y carencia alimentaria. Se empezó por 400 municipios prioritarios, en la mayoría ya se entrega un apoyo mensual a 150 mil familias.
La cruzada coordina esfuerzos institucionales en esos municipios para emprender acciones de salud, educación, servicios básicos, vivienda, caminos rurales y proyectos productivos, entre otras.
Mencionó que simultáneamente se fortaleció el programa Oportunidades para que sus beneficiarios estudien la universidad o una carrera técnica, así como suplementos alimenticios para mujeres embarazadas.
Dijo que los beneficios de este programa llegan a más de 30 mil localidades adicionales, la mayoría de ellas indígenas. “Para mejorar la calidad de vida de los pueblos indígenas este año se invierten mas de 74 mil millones de pesos”.
Otra de las prioridades de la política social es construir las bases de la seguridad social universal, es decir, que todos los mexicanos tengan acceso a un servicio de salud, pensión básica y distintos seguros.