Miguel Sánchez Vargas. Por temor al petardo que el populismo estuvo a punto de causar por la diferencia de cultura internacional, no fue por falta de pensantes, sino de que nuestra misma costumbre política admite, que el populismo en nuestra patria, siempre se ha usado de recurso electoral o también para convertirse en facto de liderazgos, pero de que nuestro Presidente Enrique sea ignaro para cometer un aberro de ese nivel, no es creíble.
Es cierto y lo sostengo, que para tratar asuntos internacionales, de acuerdo a lo que va a hacerse, si es que no se sabe hablar ese idioma prioritario del facto, en este caso, haberlo entregado por escrito, ya que palabras y adjetivos de no tan grande distancia ni tanto desnivel de preparación se tiene, hay comunicados que una sola oración –sujeto, verbo y complemento-, lleva unidades orales que si en un lugar es halago, en otra es ofensa, como licenciado en América Central, es ex presidiario o en Venezuela dame la cola, es dame un aventón o en el bar, échame un palo corto es una cerveza, mientras que palo largo es una cuba y tantas como en Argentina en Checoeslovaquia, que son mejor para callar.
De tal manera que Peña Nieto está en lo correcto, solamente adecúo faltó, que para eso tiene a su o sus filólogos. Bueno, peor hubiera sido una metida de pata como tantas que cometió Fox, y la estuviéramos lamentando.
Recuerdo cuando se mantenía uno de los candidatos que en su abrumadora mayoría eran mílites, si no sabe hablar un gobernador, menos un simple aspirante, que del Colegio Militar, el Gral. Absalón Castellanos Domínguez a todo candidato militar que entonces eran inmensa mayoría, recomendaba y que era de donde ganaba uno muy bien porque muy pocos militares frente a un micrófono, son como frente a las armas o el enemigo en batallas. De tal forma que casi todos los sábados y domingos era cuando uno tenía mucho trabajo y el helicóptero a sus órdenes anticipadamente, para que antes de que arribara el aspirante, le pudiera uno llenar las plazas.