Está muy delicado eso que se ha cometido en una de las farmacias SIMI, que por la ignorancia o descuido, pudieron haber dejado ciego a un menor de tan sólo un año de edad.
Pero también comadre, según lo que me han dicho a mi de este asunto, es que los padres debieron haber comparado su receta con lo que les vendieron y la responsabilidad toda se la dejan a los o las despachadoras, viendo que apenas y saben leer y surten con mucha ligereza, como si con esa bata que se ponen fueran todos unos doctores.
Mira comadre, el caso ya pasó, ahora va a venir qué dicen los tribunales, en función de que, de todos modos el mejor va a tener sus consecuencias y va a ocasionar gastos, porque también los médicos que tiene a su servicio esa negociación, apenas están salido de la jaula y los ponen a veces a tratar casos muy delicados y vaya que por ejemplo aquí en Morelia, la gente que ya está en la longevidad, no tiene para ir con médicos particulares, menos a los sanatorios, sino a los viles hospital y como aquí tardan mucho, se desesperan y al darles a discutir por sus derechos, en esos lugares, se la hacen de tos, no más los juzgan.
Entonces comadre, para que no volviera a suceder una cosa de estas, estaría bueno que hubiera una orden por ello, de que de hoy en adelante, las recetan deben ser en letras de máquinas de escribir, porque en realidad pa’ entender a los doctores, si entre los que manejan ese oficio se les va, que no se les escape a los bisoños que no toman precauciones para no tener un incidente de esta naturaleza. Ahhh y todo lo anterior, no obstante que la mamá se apellida Chong, quiere decir que el titular de Gobernación ya no tiene espectacularidad, o la señora Priscila Castillo Chong, que vive en el Estado de Tamaulipas, no supo aprovechar sus influencias que tiene a nivel nacional con este secretario que cuando menos hubiera puesto los ojos en su caso.
Pues que crearla simpatizantes a esta iniciativa, asi como le nacieron a los médicos humanitarios que pidieron cita ante gobernador, procurador, director de Salubridad y prensa, donde raro, coinciden todos, en que la farmacia debe volver a su sitio anterior o a otro lugar que no ponga en peligro a los que van por surtir recetas de Salubridad, pero como se ve, no se mueve nada por lograr nada.