Con el propósito de garantizar la tutela de los derechos de propiedad del dulce moreliano como una manera de fomentar y estimular el ingenio, la creación, la producción y el trabajo humanos en los ámbitos de la industria y el comercio, así como incentivar el aumento del consumo interno del producto y constituir una especie de sello de garantía o certificación de calidad con miras hacia su exportación y colocación en mercados más competitivos, el diputado Antonio Sosa López presentó una propuesta para que se declare la protección de la denominación de origen al dulce de Morelia.
El legislador enfatizó que hoy en Michoacán, concretamente en Morelia, se cuenta con una industria que no ha sido explotada debidamente: la industria del dulce regional moreliano, la cual es una de las principales actividades económicas en esta ciudad, las empresas productoras de dulces de la capital michoacana utilizan materia prima de la región para la fabricación de sus productos.
Esto último debe verse como una ventaja competitiva, pues cuentan con disponibilidad de las frutas y azúcares necesarios para producir, por lo que la rentabilidad es mejor que la de empresas que tienen que importar materias primas para producir.
Detalló que en Morelia se encuentran registradas aproximadamente 3 mil 143 empresas dedicadas al sector manufacturero, del que se desprenden alrededor de 60 y 70 empresas dedicadas a la fabricación de dulces y confituras con materia diferente al chocolate, de acuerdo con los datos del censo 2010 del INEGI. En estas empresas se da empleo directo aproximadamente de 2 mil a 3 mil personas que se dedican a producción, distribución y comercialización de dulces.
La industria dulcera en el municipio de Morelia, agregó, ha presentado un crecimiento a razón del 0.42% en los últimos cinco años, mientras que su productividad ha aumentado también, ya que durante el año 1999 fue de $85.37 pesos por persona y para el año 2004 fue de $104.56 pesos y para el año 2009 de $135.40 pesos. Lo anterior señala el crecimiento de la industria dulcera en el municipio que está relacionado directamente con la productividad que se tiene en la misma, según el INEGI.
“Tenemos que impulsar la denominación de origen del dulce regional moreliano, pues esto, por un lado, protegerá el derecho de los productores a usar el nombre que goza de reconocimiento, y por otra, creara normas para que se preserva la calidad y la tradición que rodea el producto, para el disfrute de próximas generaciones”, consideró.
Dijo que la propiedad intelectual abarca dentro de su ámbito de tutela una serie de derechos disímiles entre sí, pero que contienen un elemento común como es la protección de los frutos del ingenio y la creación humana en sus distintas manifestaciones. Se trata de derechos subjetivos que tutelan los intereses morales, personales y patrimoniales de los creadores.
Tenemos -continuó- por un lado, a los derechos de autor, conferidos a los creadores de obras literarias y artísticas; y por el otro, a la propiedad industrial, que tutela las creaciones relacionadas con la industria y el comercio, como son los signos distintivos, las invenciones, los dibujos y modelos industriales y los secretos comerciales.
“Cuando hablamos de las denominaciones de origen, estamos hablando de una de las formas de propiedad intelectual menos conocidas y difundidas, y cuya promoción es una herramienta sumamente valiosa para impulsar el comercio interno y externo, dinamizando la economía en los países”.
En su propuesta presentada ante el pleno de la LXXII Legislatura, Antonio Sosa López solicitó se instruya a la Secretaria de Desarrollo Económico a solicitar la declaración de protección de la denominación de origen del dulce regional moreliano, ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.