El Gobierno federal confirmó lo que en Michoacán era un secreto a voces y que despertaba un sentimiento de impunidad en los habitantes: la Policía está infiltrada por grupo delictivo que opera en Michoacán. Más del 90% de los agentes municipales y estatales, especificaron Monte Alejandro Rubido, comisionado Nacional de Seguridad, y Alfredo Castillo, comisionado para el estado, en encuentros privados con diputados de la Comisión de Seguridad Pública.
En entrevista para Reforma, el diputado Sergio Chávez, quien estuvo presente en las reuniones con ambos funcionarios, señaló que Rubido dijo “que más de 90% de los elementos estatales y municipales de Michoacán estaban coludidos con el grupo delictivo de los ‘Caballeros Templarios’”. Y agregó que los servidores públicos serán destituidos y, dependiendo de su grado de colusión, serán procesados.
En su nota, Diana Baptista señala que de acuerdo con Guillermo Anaya, presidente de la Comisión de Seguridad Pública, el equipo de Castillo suma más de 500 elementos entre Ministerios Públicos y fuerzas federales, que tuvieron que asumir labores de seguridad pública y procuración de justicia.
“No se podía realizar ni un acta de averiguación previa, porque no tenían confianza en ningún Ministerio Público.
Tuvieron que cambiar a todos los Ministerios Públicos, y tomar prácticamente el control de las policías municipales porque no confían en ellas, por el alto grado de infiltración del crimen organizado”, apuntó.
