El gran partido, dueño de tantos años, dueño de tantos puestos, de grandes millonarios y de tanta corrupción, ahora es simplemente un partidillo. Y ahí está la respuesta a todo partido partido político de nuestro país, quizá no de otros países pero del nuestro sí. El desgaste, el cansancio, el quedar hasta la madre, el tolerar decisiones pendejas, todo esto y mucho más acabo con el partido.
Hubo un momento que si querías ser alguien o tener dinero había que ser politico del PRI y al menos miembro de ese club de políticos, que una cosa es cierta y dense cuenta, en México, no hay millonario alguno que no se haya beneficiado del gobierno o de los favores de políticos para lograrlo, haga memoria, piense y se dará cuenta que todos y cada uno de los ricos han tenido algo ver para despegar y separarse de esa brecha de clase, pero en fin ese s otro tema.
Si bien la gente, el pueblo ya estaba cansado de tanto político trácala, la caída de este instituto fue demasiado rápida, y todo por las decisiones de unos cuantos, decisiones que lo han llevado al precipicio. Cuando regreso el PRI al poder, después del PAN en la Presidencia de la República, fue porque el pueblo dudo de la experiencia del PAN para gobernar y como se les lleno la cabeza demasiado rápido a los azules, el partido creyó que desde su propia experiencia y que la alternancia de ese entonces sería cada vez más volátil, por eso empezó sin darse cuenta a protegerse, y volvió a perder las riendas, que sin querer fue creando corrupción e ineptitud en su máximo apogeo. Peña y los suyos se volvieron corruptos en grado nunca antes expuesto y eso clamo sus cabezas, por eso perdió, por que el pueblo ya estaba cansado de ver cómo robaban, cómo hacían las cosas mal, cómo les valía madre y terminaron buscando otro opción, que muy mal por cierto.
Pero además los que vieron su caída buscaron una salida más rápida cambiándose al nuevo partido, donde necesitaban a los atacados, a los ineptos, a los rateros que nunca habían podido llegar a un puesto de calidad dentro del PRI y fue ahí donde el (PRI) cavó su tumba. Y si es cierto el capitán se hunde con el barco, pero en este caso se quedaron los que ya habían amarrado y no podían traicionar, porque ya habían pavimentado su camino, un camino hacia un pueblo que ya no tenía vida.
Alito y su chusma había llegado a los puestos claves en los últimos momentos y no lo iban a desaprovechar, así que exprimiendo la naranja para sacarle jugo se dedicaron a explotarlo, eso ahora es el PRI, como la canción: «Falco, Ojeroso y sin Ilusiones». El problema fue que siendo ineptos, sin experiencia de grandes canchas y de probadas diplomacias, ahora ya no es nadie.
El (PRI) no logra ni el 3% de la de votación, y se notará en las próximas eleciones, está condenado a morir y ser historia, pero los que quedan lo infectan cada día más, sin darse cuenta que el hueso está a punto de desaparecer.
El (PRI) está apestado, es indigno para muchos pertenecer o militar ahí, ya no tiene presupuesto y por lo tanto menos militantes. Y en Michoacán será peor, porque las vacas sagradas huyen y están creando nuevas estructuras, el PRI es moribundo y el caguamas cree que tiene armas para pelear, pero ante su exjefesito es un Don Nadie. Memo no pinta y nunca pintó, y no tiene con que armar ejércitos, si gana, ganará uno que otro pueblo, porque ni a municipios llegará.
Apuéstele usted y perderá.
