De un año a otro el déficit presupuestal de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) se triplicó hasta alcanzar este 2014 un quebranto de mil 116 millones 65 mil pesos, lo que pone a la máxima casa de estudios de la entidad ante una posibilidad latente de colapso, según palabras del propio tesorero nicolaita, Horacio Guillermo Díaz Mora.
Las causas de la crisis van desde la falta de recursos extraordinarios, un régimen de jubilaciones y pensiones que exprime las finanzas, la mala planeación del gasto, una nómina excedida de personal administrativo y de confianza, hasta el dinero que se invierte en revisiones contractuales y subsidios a casas del estudiante.
La cifra del déficit que este año sortea la Universidad se dio a conocer durante una sesión del Consejo Universitario, en la que por más de cuatro horas y media los nicolaitas analizaron los factores que han llevado a la institución a un escenario de quebranto financiero, calificado por muchos, además de grave, como “espantoso”.
Sin embargo, los consejeros aprobaron el presupuesto de ingresos 2014 por 2 mil 825 millones de pesos y un proyecto de egresos de 3 mil 820 millones 15 mil pesos. Ambas cifras, a reserva de realizar “todas las gestiones posibles” ante los gobiernos federal y estatal para hacer frente a los compromisos.
Díaz Mora explicó que la situación de la Universidad va de la mano con la crisis económica que enfrenta el gobierno del estado, ya que además del presupuesto que cada ejercicio fiscal autoriza el Congreso del Estado, se destina una partida de recursos extraordinarios que el año pasado no se entregó.
Aunque reconoció que no es obligación del Estado, pues se trata de un dinero adicional que el gobierno aporta a la UMSNH desde hace más de 30 años, “faltaron de regularizar (entregar) 669 millones de pesos, que ya se habían ejercido hasta el 31 de diciembre del año pasado”, explicó.
El recurso extraordinario que se esperaba era de 803 millones de pesos hasta diciembre, “pero nada más nos dieron 133 millones de pesos, nos faltan más de 600 millones de pesos; no es que nos castiguen, es que el gobierno del estado no los tiene”.
El tesorero coincidió con diversas posturas de los consejeros, quienes señalaron que, además de este dinero faltante, la crisis económica de la Universidad es resultado de un régimen de jubilaciones y pensiones que le cuesta a la Universidad 622 millones de pesos cada año.
También lamentó que la UMSNH apruebe un presupuesto casi a la mitad del año que se ejerce; “es práctica que se realiza desde hace casi siete años, debido a que los recursos adicionales y gestiones modifican el esquema”, dijo.
Aunque los consejeros expresaron por más de cuatro horas sus dudas y cuestionamientos, decidieron aprobar el presupuesto, ya que es uno de los requisitos que la federación pide al momento de gestionar nuevos recursos.
“Lo que tenemos que hacer es reducir el gasto; meter a la Universidad en disciplina y sentar las bases para reducirlo”, dijo, pues la responsabilidad es tripartita, pues le toca a la UMSNH al estado y la federación, porque el subsidio por alumno sigue siendo inequitativo.
Cabe mencionar que el dictamen aprobado, el cual aseguraron los consejeros debe ser ajustado, incluye recomendaciones al rector para que se transparente la asignación de los recursos.
Presupuesto 2013, más dinero a casas de estudiantes
La sesión del Consejo Universitario también conoció el presupuesto ya ejercido del 2013, en el cual tuvo un ejercicio de egresos de 3 mil 447 millones de pesos, de los cuales 2 mil 678 millones se aplicaron en sueldos.
El informe que presentó la Comisión de Presupuesto detalla que para fines de año hubo necesidad de ampliar los recursos para diversas dependencias, por lo que se pidió un adelanto de recursos adicional, lo que también contribuyó al déficit que presenta la Universidad.
Entre los puntos cuestionados del presupuesto que aún ejerció el ahora gobernador Salvador Jara, destaca una ampliación de recursos a la Dirección de Asuntos Estudiantiles por más de 60 millones de pesos.
No hay para vacaciones
La crisis financiera de la Universidad, coincidieron los consejeros, no es un asunto que pueda esperar, pues incluso la Nicolaita no tiene en este momento liquidez para pagar la segunda quincena de julio, que incluye la prima vacacional de verano a sus maestros y trabajadores.
Díaz Mora dijo que el día de hoy es la fecha límite, aunque jurídicamente es hasta el 31 de julio; aún no se ha liberado la nómina porque no hay fondos y se requieren 80 millones de pesos para cubrir el gasto.
“Estamos solicitando una re calendarización del subsidio federal, esto es, que recorran la fecha de pago para salir de este compromiso”, comentó.
Agregó que además de julio, los meses más complicados financieramente para la Universidad son agosto y diciembre, este último por el pago de aguinaldos en el que casi se juntan seis quincenas en una sola exhibición.
