El partido que ha dado presidentes de la República, que ha dado líderes nacionales y que ha dado buenos gobernadores, no como los Cárdenas que solamente son vividores, ahora está en la lona en Michoacán, pero esto, no crean que se debe solamente al Presidente Enrique Peña, ni a AMLO.
Si usted revisa, en el Estado se quedaron con 21 municipios, de los cuales Jacona y Múgica son los más grandes. Tienen 4 diputaciones ninguna por mayoría relativa y están llenos de deudas a más no poder.
Obviamente cuando hablamos de culpables, por naturaleza decimos que el principal culpable es Enrique Peña, pero este nunca tomo decisión alguna sobre la situación política del Estado. Entonces, voltearíamos a ver al ex Presidente del Comité Directivo Nacional, Enrique Ochoa, de cual si debería cargar con mucha de la culpa de lo sucedido en el entidad, pero como todos sabemos el no conocía nada de lo que pasaba en el partido y mucho menos en nuestro Estado, es cierto que debió haber hecho su tarea e involucrarse en su casa natal, pero no lo hizo y se dejó llevar la decisiones de otros y amparado en la falta de inteligencia se dejó llevar por la marea que lo único que hizo fue atontarlo más.
Por lo tanto, ¿quién o quienes son lo verdaderos culpables de la desastrosa situación que llevó al PRI a perder casi todo en la entidad?.
Son solamente 3 personas, y las voy a describir en orden culpabilidad.
El primero es Alfredo Castillo, un tipejo, abusivo, de poca inteligencia pero manipulador del Presidente por su larga amistad, quizo dar patadas de ahogado y creyó, como la mayoría de los políticos en su soberbia, ordenando e imponiendo candidatos a su antojo. Este tipo, nunca intentó ayudar a nuestro territorio su único fin, fue el poder y la riqueza que podía obtener como comisionado de la paz, la cual nunca llegó. Este creyó que todavía tenía poder, pero no se da cuenta que es odiado por los michoacanos, por tanto mal que hizo. Sus decisiones fueron malas y ahí está el resultado.
El Segundo es Chon Orihuela. quién también por su cercanía al Presidente Peña y porque creía que le debían el favor por no ayudarle a ganar la gubernatura del Estado, ahora le pagarían y quizo tomar las decisiones más relevantes. Nunca entendí, porque un inteligente político con el, ayudo a elegir tan malos candidatos, impuso decisiones tan malas, lo que creo es que solamente dio patadas de ahogado para sobrevivir y para entregar cuentas y salvar lo único que le interesaba, su hijo.
El tercero es Víctor Tinoco, quién creyó que había vuelto, después de que por propia decisión había abandonado a sus propias estructuras y después de tantos años podría recuperarlas, sin conocer a la juventud, a los nuevos líderes, claro manipulado por Chon y por sus amigos del PRI nacional.
Ellos son lo únicos culpables, no le echen la culpa los Reynistas, ni a Víctor Silva, ni a Fausto, ni a Constantino, no hay nadie más.