El desastre en el sistema de educación nacional es tan delicado que en Michoacán es la causa de bloqueos de avenidas importantes, que ponen en entre dicho a la autoridad del gobierno estatal; que la propia universidad nicolaita no puede realizar sus tareas cotidianas porque los inconformes la toman cuantas veces juzgan conveniente, sin que el rector de juguete pueda hacer nada para remediar su lamentable situación. Hay mucho fondo en el profundo hoyo de lodo e inmundicias locales pero es importante impedir que los arboles nos oculten el bosque.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dice que México ocupa el último lugar en la expectativa de graduación en el bachillerato, con 47 por ciento, y en gasto por alumno, y penúltimo sitio en la tasa de graduación en nivel superior, con 20 por ciento. En consecuencia, alcanza el tercer lugar en cuanto al mayor número de ninis y el undécimo en lo que se refiere a tasa de desempleados con educación universitaria. Los jóvenes que no estudian ni trabajan aumentaron a 7 millones 248 mil 400 –22 mil 400 más que en el informe del año pasado.
En el país ocurre lo que no pasa en otros: las tasas más altas de desempleo las tienen los más educados.
La baja proporción del sector juvenil con estudios universitarios (22 por ciento) respecto de la población adulta significa que el país no logrará superar el rezago educativo.
México se encuentra a la zaga respecto del resto de la comunidad de la OCDE y de los países del G-20. Ocupa la posición 34 de 36 economías en el porcentaje de población con bachillerato entre 25 y 34 años, y el sitio 32 de 37 países en el porcentaje de población atendida con educación superior en el citado nivel de edad. Y tiene el primero en la proporción de alumnos por maestro en prescolar, con 25 estudiantes, frente a un promedio de la OCDE de 14 niños.
Sólo uno por ciento de los mexicanos se gradúa de la educación media superior después de los 25 años. Y, en cuanto al desempleo, el mayor porcentaje está entre quienes cuentan con nivel profesional. Ellos tuvieron una tasa de desocupación de 5 por ciento contra 4 por ciento entre quienes sólo cuentan con la primaria y la secundaria.
La paradoja más absurda consiste en que en el servicio educativo se gasta igual que en los países ricos. Es notable que México ocupa la segunda posición en cuanto al gasto público total más bajo en todos los servicios, incluyendo educación, salud,
etcétera; sin embargo, de esa inversión destina 20.3 por ciento a la educación, con lo que logra tener un gasto en educación de 6.2 por ciento como porcentaje del producto interno bruto (PIB), igual al del promedio de los países de la OCDE. Es absurdo, pero la explicación tiene que ver con la corrupción, el robo de fondos públicos, lo que se paga con dinero prestado, con que la deuda oficial crece en beneficio de los banqueros. Uf.
Como bien dice el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, quien opaca por completo la fea figura de Jara Guerrero, a México le duele todo. Le duele la desigualdad social y económica, la injusticia, la ignorancia, los problemas de antes y los de ahora.
A los morelianos nos duele no poder transitar con libertad por las amplias avenidas de la justicia para todos, hablando en abstracto; porque en concreto ya estamos hasta la coronilla de que a cada rato nos cierran las calles y la avenida La Huerta, carretera a Pátzcuaro. Sigue la pregunta: que quiere decir aquello de que Michoacán Merece Respeto. Por cierto que no todo es deuda, hay miles de problemas que atender, y que no necesariamente demandan dinero para resolverse, solo se requiere inteligencia y el menos común de los sentidos.
