Dentro de las acciones del programa “No más chicles en el piso”, el Ayuntamiento de Morelia reinstaló 50 rehiletes en igual número de papeleras del Centro Histórico, con el objetivo de ofrecer una alternativa más a la ciudadanía para sumarse a esta acción en favor del medio ambiente y así evitar daños a la cantera del suelo, edificios, bancas y paredes.
El secretario de Servicios Públicos municipal, Iván Rodríguez Medina; el director de Aseo, Paulino Velázquez Martínez y el líder recolector de basura de la empresa “Valladolid Morelia”, Víctor Vargas Zamudio, encabezaron la colocación de los primeros complementos urbanos en Plaza de Armas, donde los funcionarios indicaron que la meta es incrementar a 150 el número de rehiletes, los cuales son elaborados y rehabilitados por empleados del Programa S.O.S.
Dicha infraestructura sería considerada para puntos estratégicos en los que se ha detectado que se arroja una mayor cantidad de gomas de mascar al piso, como son las inmediaciones de instituciones educativas del primer cuadro de la ciudad, sitio que recibirá especial atención porque de acuerdo a un estudio del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el segundo material que causa mayor erosión en la cantera es el chicle, luego de la ocasionada por las heces fecales de las aves.
Además de lo anterior, comentaron que la instrucción del presidente municipal Wilfrido Lázaro Medina, es comenzar con los preparativos para recibir a los turistas en el periodo vacacional de Semana Santa, en cuanto a limpieza y depósito de residuos urbanos y peatonales se refiere.
El proyecto “No más chicles en el piso” nació en el año 2010, cuando en el Centro Histórico se colocaron 40 piezas, sin embargo, con el paso del tiempo algunas han sido dañadas por la ciudadanía y por ello es necesario que continuamente se les dé mantenimiento y sean reinstaladas.
Diariamente, a través de estos aparatos, son acopiados 2 kilos de gomas de mascar, lo que se traduce en una tonelada al año y es gracias a esto que se evita el daño a la cantera que constituye la arquitectura emblemática de la ciudad, pues cuando se arrojan al suelo llegan a filtrarse en los poros de la cantera, lo que hace que ésta se manche y degrade paulatinamente.
Además de lo anterior, los chicles son una gran fuente de infección y un riesgo de salud para los habitantes, ya que pueden albergar hasta 10 mil bacterias y hongos adquiridos del medio ambiente en el que se encuentran; también generan gastos adicionales para retirarlos de las calles y su tiempo de degradación natural es de 5 años en el relleno sanitario de Morelia, donde son sepultados.
Ante este panorama, los rehiletes instalados por la administración municipal representan una alternativa más que se ofrece a la población para se sume a las diferentes acciones gubernamentales en favor del medio ambiente y en pro de mantener una ciudad más limpia y bella.
Es importante mencionar que esta infraestructura no representa un gasto para el Ayuntamiento, puesto que se elaboran con objetos que son recuperados en los centros de acopio de las empresas concesionadas que brindan el servicio de recolección domiciliaria de basura, tales como ventiladores, trozos de tubo de PVC y otros productos derivados del hogar.