Morelia, Michoacán.- La Comisión Estatal de los Derechos Humanos se suma a la conmemoración del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, una práctica calificada como «un grave atentado contra los derechos humanos, un acto de violencia contra las mujeres y una muestra de desigualdad de género», señaló la Coordinadora de Igualdad entre Mujeres y Hombres, Iliana Lomelí Ruíz.
Indicó que la mutilación genital femenina es una práctica cultural que cada año viola los derechos humanos de más de 3 millones de niñas y comprende todos los procedimientos que, de forma intencional y por motivos no médicos, alteran o lesionan los órganos genitales femeninos, por lo que no puede justificarse en ninguna circunstancia “cero tolerancia hacia esa práctica tan dañina para mujeres y niñas», declaró la funcionaria de la CEDH.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en el mundo hay entre 100 y 140 millones de mujeres y niñas mutiladas, por ello, y con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, la CEDH se suma a este llamado para concientizar a la sociedad sobre la importancia de erradicar esta práctica que sufre este sector de la población.
Por lo anterior, Iliana Lomelí propuso «deben llevarse a cabo programas de divulgación y prevención que eduquen y que informen, sobre todo a la población procedente de países africanos, Oriente Medio y Sudeste asiático; además de sensibilizar a esa población de que estas prácticas son ajenas a cualquier hecho religioso y que resultan nocivas para la salud y el bienestar de las mujeres, porque se trata de una forma de violencia que atenta contra sus derechos fundamentales».
Es importante señalar que la mutilación genital femenina es un acto de violencia contra la mujer, no sólo por la agresión y el daño físico que conlleva, sino por basarse en el género que confiere a la mujer un rango inferior al hombre al no tener decisión sobre su propio cuerpo y sexualidad.
Además, la extirpación del órgano viola los derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho de las personas a no ser sometidas a torturas y tratos crueles, así como el derecho a la vida en los casos en que termina produciendo la muerte.