Como siempre aha sucedido a través de los años en la última parte de una administración, los burócratas arreglan las cosas para que puedan «agarrar» lo más que se pueda porque no saben si tengan oportunidad en el futuro de volver a llegar a la silla. A este proceso se le conoce normalmente como el año de Hidalgo.
Ahora déjeme le cuento que la mejor manera de robar es a través de la obra pública ya que es muy difícil de evaluar el material gastado y la calidad de material. Todo depende la cantidad de dinero que quieran chingarse. Aunque haya auditores, aunque se evalúe la obra, el principal método de robar es a través de las obras, por eso usted ve que los constructores crecen muy rápido y se vuelven millonarios.
Pues el presidentito que tenemos en la ciudad está preparando a lo grande las obras que va a designar para todo el año, la estudia, las fondea y lasa asigna para que todo quede planchadito y todo el presupuesto del año sea asignado a discreción. A este personaje le vale madres que la siguiente administración tenga o no margen de negociación, el tiempo se lo come ya que no está seguro que lo vuelvan a apoyar como lo hicieron anteriormente.
El reencarpetamiento de vialidades es la obra donde más moche existe. Nunca se sabe a ciencia cierta cuanto material se colocó y ahí puedes meter un sobre precio altísimo, los márgenes de estas obras son gigantescos.
Por eso, va a reencarpetar la calle de Ventura Puente, porque le urge dinerito para la próxima campaña, una campaña donde ahora nadie le apuesta, donde lo ven perdido. Así que si lo molesta la construcción, más le va a molestar la lana que se va a chingar o si no acuérdese de la construcción de parque lineal del río, donde con una simplita obra se chingaron más de 20 millones de pesos de un solo trancazo.