MSV.- Ya cuando las muertes por cáncer de mama se comparan a las mismas por el cáncer de próstata, surge la sentencia, adjuntando la gracia de que para el hombre hay más benignidad, que malignidad, porque el lapso es muy largo para el hombre, no así el de la mujer para que se curen.
Para el que se revisa la próstata tiene chance de cura por 15 años, mientras que la mujer apenas y llega a los siete.
Ahora que el estándar de vida en el hombre y más en la mujer ha aumentado: a 82 años el machito y 86 para la mujer, se están conociendo enfermedades que antes ni se imaginaba uno; pero también las curas han mejorado, no asi las prevenciones que es lo más valioso para no hacer más ricos a los médicos y a los que producen y venden las medicinas, como la más reciente para los diabéticos, sorbos aeros por un contrato de surtimiento que cuesta treinta mil pesos al mes, pero que suple pastillas e inyecciones y deja vivir en la incomodidad de estarse tomando la cantidad de azúcar cada dos horas y conocer el estado de su colesterol y la cantidad de sus triglicéridos, claro, mediante un contrato, porque el medicamento en aerosol tiene que surtirse cada mes para ser usado en lo inmediato, ya que de lo contrario como se dice en los bares, la casa pierde.
Asi es de que piénsalo, o te dejas que te ausculten metiéndote el dedo para sentir el volumen de tu próstata y que tu vejiga no tenga protuberancias si es que orinas a cada rato y en temperaturas que arden por lo caliente.
El año pasado fue más del medio millón las mujeres que murieron por el cáncer de mamá. Los hombres, un poco menos, pero ahora en el 2012, casi vamos empatando, ya que claro, después de los ochenta, raro es el que no enferma de esto.
Algo de lo malo a veces es bueno, que la diabetes mata silenciosamente, no hace tanto escándalo, porque te deja hacer muchas cosas, como si estuvieras normal; pero es el caso en que hay días que no ves, otros que no caminas y los más que algo te duele pero no sabes por donde y menos por qué.
Antes a quien operaban de las almorranas era una vergüenza completa, más si la indiscreción del cirujano te boletinava y además de ser una burla social, uno no sabía ni tenía la cultura de jugar con la respuesta. Por cierto, que ya entrando en gastos y por el doloroso postoperatorio, se da a conocer que de esas huachadas que existen en pueblos viejos que tienen adultos que antes no iban al médico, sino al “curandero”, que a muchos han aliviado mediante jeringa sin aguja que introducían por el ano el jugo del limón recién cortado, una vez por año, principalmente en tiempos de primavera y con eso se olvidaban de cirugía o pastillas que por todos los medios anuncian mucho, en señal de que hay quien las compra con tal de no pasar primero por el proctólogo y luego por el cirujano.
Válgase pues, que es lo mismo con su próstata, pero que es preferible a morir gastando mucho y para poder hacer el amor, comprar y comprar la viagra.
Bueno, como dicen del gato, que ya estando encarrerado el ratón, que el o la miau mandan mucho allá donde habita la changada al que si los agarra, los mismos que devora.