Se acabaron, pero ahora hay veda, durante algunas semanas y según esto no escucharemos nada de los candidatos presidenciales, pero, ¡ohh!, sorpresa, todos encuentran la manera de acercarse a nosotros.
El punto es, que el peje sigue a la cabeza, no por mucho, pero sigue arriba y este personaje, esta vez se ha comportado mejor de como lo hizo la veces pasadas, está controlado, calladito y haciendo su trabajo. El frente va en segundo lugar, no lejos de Obrador, pero el problema es que ahora vienen los bandazos, los desacuerdos y las traiciones. Por último viene Pepe Meade, el problema es que no es buen candidato, es como la frase que siempre dije, «Fausto es buen candidato, pero mal gobernante y Chucho Reyna, es mal candidato, pero muy buen gobernante», así de clarito, no hay más.
El PRI, sabe hacer las cosas y de seguro está calentando solamente motores, si para el primer mes de la elecciones Meade no levanta, el «Peje» va a ganar. El PRI tiene la fórmula para que esto de vuelta, pero también viene la ayuda internacional, como la de Estados Unidos, porque al vecino, no le conviene para nada, que gane el de Morena, porque entonces no habrá muro que pare la fuga de empresarios, de ricos, de inteligentes y sobretodo de gente preparada, ya que esta historia sería una Venezuela reencarnada.
Viene la iglesia, que no le conviene que llegue AMLO, porque no le conviene que la ideas idiotas de Andrés lleguen a sus feligreses. Viene la lana de los empresarios, porque sus capitales están en peligro, porque la mayoría sabe lo que es la estupidez de ser populista. Vienen los arreglos debajo de la mesa, la venta de amores, la venta de estructuras y votos y el único que tiene suficiente y conoce como, es el PRI.
El grave problema es que en Michoacán, la divergencia nacional del PRI, no supo hacer las cosas, todo por los consejos mañosos de Alfredito Castillo, el virrey fresa, que solamente quiere seguir robando las grandezas de nuestro Estado. Las decisiones que se están tomando para nada favorecen, ni a los candidatos, ni a las estructuras.
Los independientes ni los pongo en la mesa, porque son un verdadero chiste.
