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Después de una primera fase con goles en cascada, los partidos de eliminación directa del Mundial- 2014 terminaron con la fiesta de los atacantes, hasta tal punto que los nuevos héroes son todos porteros o defensas.
-Menos goles- Parecen muy lejos los fuegos de artificio de la primera fase: el 5-1 de Holanda a España, el 5-2 de Francia a Suiza, el 4-1 de Colombia a Japón o el 4-0 de Alemania a Portugal.
En los octavos de final y los cuartos no se logró en ninguna ocasión más de tres goles en el tiempo reglamentario ni en la prórroga de los 12 encuentros disputados.
En octavos los partidos más prolíficos fueron el Alemania- Argelia y el Bélgica-Estados Unidos, que acabaron con 2-1 después de la prórroga. En los 12 primeros partidos a eliminación directa la media fue de 1,91 goles por partido (prórroga incluida), por los 2,83 de la primera fase.
Este retroceso realizador no disgusta a Lothar Matthäus, capitán de la selección alemana ganadora en 1990: “Jugar bien en una Copa del Mundo es una cosa, pero ganar con dificultades los partidos duros puede ayudar también para ganar una Copa del Mundo”.
El antiguo líbero de la Mannschaft sabe de qué habla. El equipo que lideró hasta levantar la Copa hace 24 años ganó la final 1-0 a Argentina y logró el pase en semifinales ante Inglaterra en la tanda de penales.
-Más presión- Evidentemente en los partidos ‘mata-mata’ (como se les denomina en Brasil) la intensidad y los nervios aumentan varios escalones. Las imágenes de Julio Cesar, veterano portero de la Seleçao, llorando antes de la tanda de penales contra Chile, de la que sería el héroe, dieron la vuelta al mundo.
“Me gustan este tipo de emociones, no encuentras esta intensidad en los otros deportes, porque aquí no es seguro que el mejor equipo gane. Todo puede pasar”, analiza Gerard Houllier, antiguo entrenador del Liverpool y en la actualidad miembro de un grupo de estudio técnico del juego de la FIFA.
“La presión ha formado parte siempre del fútbol”, añade Ronaldo ‘el Fenómeno’, finalista en Francia- 1998 y ganador del título en Estados Unidos-1994 y Corea y Japón- 2002.
-El imperio del centro del campo- La batalla en el centro del campo se convierte en una clave esencial en los partidos a eliminación directa.
Los analistas coinciden en señalar la falta de nivel de Brasil en este sector del campo como clave en el partido contra Chile.
“¿Dónde está el centro del campo brasileño? No existe. Este equipo insiste en las conexiones directas defensa-ataque, como si se tratara de un vuelo sin escalas”, señaló un comentarista de la cadena ESPN en su blog.
Un ejemplo contrario es la metamorfosis de Lionel Messi. De estilete ofensivo de Argentina en la primera fase con cuatro tantos en tres partidos, en octavos y sobre todo en cuartos se convirtió en un elemento indispensable del centro del campo: distribuyendo el balón –participó en las dos jugadas de gol que dieron la clasificación en las dos rondas a la Albiceleste– y como refuerzo defensivo para apretar las líneas del rival.
-Ahora brillan porteros y defensas- Tras el momento de gloria que vivieron los atacantes en la primera ronda, ahora los defensas y los guardametas se han tomado la revancha, como es el caso del zaguero alemán Mats Hummels autor del gol que dio la victoria a su selección en cuartos de final ante Francia.
Su compañero, el portero Manuel Neuer ha destacado en las dos victorias alemanas de la segunda fase. En octavos se le bautizó como el nuevo Franz Beckenbauer debido a sus exitosas salidas del área ante los delanteros argelinos y en cuartos atajó cualquier intento de los franceses de igualar el gol de Hummels.
Además David Luiz y Thiago Silva, la pareja de centrales de Brasil, fueron los autores de los goles ante Colombia en cuartos de final (2-1) y el primero también marcó contra Chile en octavos.
Como colofón en el último cuarto de final, el héroe costarricense, el portero Keylor Navas, completó otra actuación sobresaliente para llevar a su equipo hasta los penales contra Holanda. Pero allí le quitó los titulares el arquero suplente de la Oranje, Tim Krul, que salió para atajar dos disparos y dar el pase a su equipo a semifinales.