Parecería ser la conclusión sentido más común: cientos de miles de turistas, mayoritariamente hombres, vienen a la ciudad famosa sensual de Río de Janeiro, donde las mujeres usan diminutos bikinis y la prostitución es legal. El trabajo sexual, por lo tanto, debe estar en auge durante la Copa Mundial. Un equipo de investigadores académicos, incluyendo hombres y mujeres, tanto extranjeros y brasileños, decidió poner a prueba esta hipótesis. Sus resultados hasta el momento han hecho eco de lo que los trabajadores del sexo a sí mismos están diciendo: El torneo de un mes de duración apenas ha sido el Mundial de la prostitución.