En los últimos tres años escaló la participación de mujeres y menores de edad en crímenes de alto impacto, así como su adhesión a grupos de la delincuencia organizada, fenómeno que mantiene preocupadas a las autoridades de Nuevo León.
Según estadísticas oficiales: de enero de 2010 a octubre de 2012, la población en el Consejo Estatal de Menores subió de manera alarmante en un 424%. De éstos, 80% cometió delitos federales.
Una muestra fehaciente ocurrió en mayo pasado, cuando la Fuerza Civil presentó a un adolescente de 15 años, con un largo historial delictivo. Tras ser capturado con drogas y armas en calles de la colonia Independencia, el menor confesó ser el autor material de cinco crímenes en la zona sur de Monterrey.
Ricardo “N” dijo ante elementos policiacos que era un asesino de presuntos rivales de un grupo de la delincuencia organizado, a quienes aseguró haber herido de muerte con armas de alto poder. Junto con él fue capturado otro menor de 17 años, identificado como Eliut “N” y siete presuntos integrantes de un grupo de la delincuencia organizada.
Con sangre fría, Ricardo “N” confesó ante las autoridades que cometió los homicidios por el control de la venta de droga en la zona.
Autoridades policiacas revelaron que este adolescente era considerado el líder de una banda del crimen organizado que opera desde hace varios meses en esa zona.
Autoridades reconocen el problema
El titular de Comunicación Social de Nuevo León, Jorge Domene Zambrano, reconoce el aumento de personas del sexo femenino y menores en las filas del crimen.
“Hemos venido notando mayor incursión (en el crimen organizado) de personas del sexo femenino y menores”, dijo el funcionario.
A principio de año, el gobierno de Nuevo León arrancó un programa denominado “Yo mero”, con el que busca que los padres eviten que sus hijos entren a bandas delictivas. A la fecha, los números arrojan que este esfuerzo no ha sido suficiente.
Antes, construyó un macrocentro deportivo en la colonia Independencia, para que los jóvenes no sean reclutados por grupos del crimen.
Domene Zambrano explica que la desarticulación de las bandas por autoridades federales, militares y estatales llevó al aumento de menores en labores de sicarios y mujeres, líderes de células del crimen organizado.
Altos mandos castrenses con base en la Séptima Zona Militar de Nuevo León explican que debido a las bajas (sicarios abatidos) y detenciones, sobre todo, de líderes del grupo delictivo de Los Zetas y miembros del cártel de Golfo, estos grupos han recurrido a reorganizar su estructura criminal: reclutando menores y mujeres.
Según el vocero de Nuevo León, un total de 85 bandas del grupo delictivo de Los Zetas han sido detenidas. “Dentro de estas bandas de alto impacto han sido detenidas 895 personas; 68 son del sexo femenino y 79 personas son menores de edad”.
La incursión de esta población en delitos del fuero común también creció: 35 bandas fueron desarticuladas, con la detención de 209 personas, entre éstas, 18 mujeres y 23 menores.
“En diciembre de 2010, el Consejo Estatal de Menores tenía una población de 59 detenidos, 12 meses después, la población en el tutelar subió hasta 210 menores recluidos. Para 2012 aumentó a 283 jóvenes encarcelados”, explicó el vocero. En total, la población de menores infractores detenidos aumentó en 424%.
Sin embargo, la participación de las mujeres menores con vínculos con el crimen organizado se incrementó en 290%, revela Domene.
Con un semblante de preocupación, cuando el vocero daba la cifra de menores y mujeres dentro de las filas de la delincuencia organizada, explicó que de la población en el tutelar para menores, actualmente un 80% cometió delitos como venta de droga, extorsión, secuestro, halconeo y homicidio.
En diciembre de 2010 había sólo 9 mujeres en el tutelar. Para 2011 se encontraron 53 bajo investigación por su relación con Los Zetas, es decir, aumentó 490% la participación de las jovencitas en bandas delictivas.
“Un total de 80 mujeres han sido víctimas de la lucha entre bandas rivales del crimen organizado, y 56 menores abatidos”, dijo el vocero.
Todos están siendo juzgados como menores infractores, mostrando cifras alarmantes de la participación juvenil con el crimen organizado.
Jóvenes que fueron presa fácil del crimen, todo, según Domene, por la obtención de dinero fácil, poder e impunidad, un fenómeno social que preocupa la sociedad nuevoleonesa.
“(La reforma de) reducir la edad penal no ha tenido éxito, sin embargo, cada vez toma más fuerza, hay que ver en esta nueva legislatura local y federal si es un tema que se pueda retomar, si bien no es la solución. (Hay que también) tomar a todos estos niños para que tengan un educación digna”, concluyó Domene.