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* La Selección Nacional fue ganando 1-0 hasta el minuto 87’ con gol de Giovani y atajadas de Ochoa.
* El Tri no aguantó la avalancha naranja al final del encuentro y volverá a casa nuevamente frustrado.
La diferencia entre escribir una nueva historia o extender la misma fue de sólo tres minutos.
Brasil 2014 quedará como un Mundial particularmente cruel para la Selección Mexicana, el equipo que reivindicó una pésima eliminatoria, que fue superior a la subcampeona Holanda durante 87 minutos y que justo en el último suspiro sufrió la voltereta.
Al Tri del “Piojo” sólo le alcanzó para mejorar las formas de quedarse en los Octavos de Final, de engrandecer la obsesión del quinto partido, el cual los verdes tuvieron en las manos y paladearon hasta que la “Naranja” les explotó en las manos.
Con un ánimo históricamente revolucionado, el Tri se presentó sin complejos para intentar poner orden desde el inicio del partido, ya fuera con disparos lejanos o desbordes de Miguel Layún, mientras Arjen Robben y Robin Van Persie eran figuras de adorno porque lo suyo es ser frontales y no había espacios para ello.
Así fue como los verdes acumularon el mayor número de llegadas en el primer tiempo. Héctor Herrera fue protagonista de las dos más claras hasta ese momento, aunque Van Persie se quedó cerca con una media vuelta al 27’, además de que Robben provocó un penal de Héctor Moreno en la compensación que para fortuna mexicana el árbitro no pitó.
El “Maza” Rodríguez, el defensa que noqueó a Jesús Corona hace un mes y que ahora entregó comprometido a Rafael Márquez, obligó la barrida salvadora de Moreno, quien salió en camilla para no volver.
Y pronto, al arranque del segundo tiempo llegó el gol de Giovani, quien de zurda empalmó la pelota desde fuera del área para desatar un festejo que pintaba para quedar grabado.
Inmediatamente tras la tradicional euforia en su celebración, el “Piojo” pidió calma desde la banca, al tiempo que sus auxiliares salían al área técnica con las manos en la frente exigiendo concentración.
Hubo suerte y atajadas de Guillermo Ochoa, aunque no las suficientes. Al 57’, el arquero desvió como gato un remate a quemarropa de Stefan De Vrij que fue a dar al poste y por milímetros no entró.
Robben buscaba penales a fuerza de clavados, la afición le respondió a coro con mentadas de madre, aunque el atacante del Bayern Munich luego obligó un nuevo desvío providencial de Ochoa al 74’.
Con Javier Aquino y Javier Hernández como intentos de revulsivo, el Tri le apostó a aguantar defendiéndose boca arriba, hasta que en un tiro de esquina fue Wesley Sneijder quien cazó aztecas con un zapatazo al límite del área para el 1-1 al minuto 87’.
Golpeado anímicamente, Robben convertido en diablo provocó un dudoso penal de Márquez al 90’, concretado un par de minutos más tarde por Klaas Jan Huntelaar. El éxtasis naranja se convirtió en decepción mexicana, cuya afición todavía intentó corear ovaciones para unos jugadores que terminaron rendidos de esfuerzo y frustración.
Por sexta vez consecutiva desde que el Tri volvió a las Copas del Mundo, el límite fueron los Octavos de Final. Tan cruda será la realidad a pesar de que la Selección Mexicana pisó la siguiente ronda para meter una obligada y triste reversa.