M. Sánchez Vargas. Si Silvano va bien, es necesario ir informando paso a paso para que no vaya a resultar algún desconfío, de quienes le han tomado fe en su incansable gestión y convivios para que Michoacán produzca y no sea famoso nadamás por su crimen organizado y la droga que vaya si la transportan o la consumen; que sea un cuerpo especial que se dedique como en el tiempo que se produjo la frase más importante de las administraciones públicas como cuando el General Manco González que Porfirio Díaz le presto por un cuatrienio el poder presidencial y que este Presidente, recorrió a los verdaderos contribuyentes del 1883 para que fuera su tesorero. Fue tanto el lujo que el tenedor de libros de Servín, por cierto de Pátzcuaro, había recorrido por la República las mejores haciendas del país, para arribar a la sólida riqueza, no teniendo gastos extraños, ni innecesarios, tanto así, que surgió aquella frase que hoy es emblema: contribuyente que paga sus impuestos a tiempo, es señal de que aprecia a su gobierno.
Por eso se cree conveniente que esta administración pública que va bien, no debe descuidar un pedacito de ánimo de los michoacanos que anda a veces por los suelos, primero por, por la crisis, luego por la sangre que escurre a diario y tercero, porque como le dicen que lo que debe el estado no lo pagamos ni en 20 años, que la deuda va a poner de rodillas a estas generaciones que apenas van germinando, tal como se publicó ayer en La Comadre en La Extra, tercera edición de Diario de Morelia, que lo que ya están diciendo los menores, que quieren ser como sus padres que orgullosos la pueden hacer en grande y seguir teniendo un Michoacán incómodo, aunque como Silvano persiste en adecuar acciones de paz y prosperidad. No que por maldoso no paramos, bueno, ni siquiera en cuidar que no nos vengan a explotar, sino que cuando menos fuéramos nosotros mismos los abusivos.