En el Estadio Morelos, que se calcula había unos 80,000 asistentes, contando a los que se encontraban en los estacionamientos de dicho lugar, hubo un evento digno de los mexicanos, se vio al Papa entusiasmado y feliz. No lo dejaban hablar por tantos gritos de felicidad del público.
El Papa pronunció un mensaje de aliento de autoestima, No los regaño, pero si guió a los asistentes a ser mejores, bueno estuvo tan colorido que lo hicieron cantar, fue todo un ambiente de fiesta, para dejarle algo a los que presenciaron el evento.
Después del evento en el Estadio con los Jóvenes de todo el país, donde les pidió a los asistentes que descansen, que sueñen, de la familia, de ser astutos con las serpientes y sobre todo sencillos y bondadosos, «Ustedes son la riqueza del país» así nombro a los jóvenes asistentes, terminó con gritos de alegría por la visita del Papa.
Salió del Estadio para tomar un helicóptero super puma en las inmediaciones del mismo, que lo llevó al aeropuerto internacional General Francisco J. Mújica, que lo traslado al aeropuerto de la ciudad de México, para llegar a la capital de país a las 19:30 horas, donde inicio su trayecto hacia la nunciatura.